El precio irrisorio con el que ingresan los zapatos chinos al país se ha convertido en el dolor de cabeza de la industria nacional. Pese a estas circunstancias, el sector del calzado trabaja para reinventarse y un buen ejemplo de este tesón es Míster R, un emprendimiento sincelejano que no cree en ‘cuentos’ chinos.
Convencido de que las dificultades se convierten, generalmente, en grandes oportunidades, Miguel Rivas, líder de este emprendimiento que cuenta con más de 10 años en el mercado, decidió no dejarse avasallar por el mercado oriental y entendió que la única manera para competir de tú a tú con los chinos, es trabajar con las mismas tecnologías con las que ellos operan.
Así, gracias a un proceso de innovación tecnológica, el sincelejano encontró, no sólo cómo competirles, sino lo más importante, cómo superarlos.
Sin pensarlo dos veces, Rivas tomó un avión hasta el continente asiático para conocer de primera mano cómo funciona ‘el milagro chino’. Allí tuvo la oportunidad de asistir a la Feria de Guangzhou, en la ciudad de Cantón, considerado el evento de la industria del cuero y el calzado más importante y grande del mundo.
Después de varios días de recorrer la exposición por completo, de conocer avances tecnológicos de los que no tenía antecedentes, de entender sus eficientes formas de producción, y en especial la manera como ellos perciben y entienden el mercado mundial, a Rivas le quedó todo muy claro: “solo se logra competir con ellos, trabajando como ellos”, señaló.
Otra de las grandes enseñanzas que le dejó su pasó por la Feria, certamen al que ahora viaja con bastante regularidad, fue romper el paradigma que, según el empresario, le hace creer al resto del mundo que el éxito chino se basa en el abuso de mano de obra barata.
“Es innegable que sí cuentan con mucha más mano de obra que en cualquier otra parte del planeta. Sin embargo, su secreto no está ahí, su valor diferenciador radica en que han logrado llevar la industrialización del sector del calzado a sus niveles más altos”, explicó.