El nuevo Parlamento italiano se reunió este viernes por primera vez tras los complejos resultados de las elecciones legislativas de finales de febrero que dejaron al país en un atolladero, sin poder formar un gobierno.
La izquierda de Pier Luigi Bersani se adjudicó una clara mayoría en la Cámara pero la situación en el Senado es sumamente difícil, ya que su formación alcanzó solo la mayoría relativa y en Italia es necesario contar con el apoyo de las dos ramas del Parlamento para poder gobernar.
La formación de un gobierno que garantice la gobernabilidad se ha complicado debido a que los 163 parlamentarios elegidos con el Movimiento Cinco Estrellas del líder "antisistema" Bepe Grillo rechazan toda alianza con los partidos tradicionales, que acusa de haber "destruido a Italia".
Por el momento, no se vislumbra algún acuerdo para formar gobierno y los nuevos parlamentarios del movimiento de Grillo, todos neófitos en estas cuestiones, decidieron votar sólo por sus propios candidatos para presidente de la Cámara de Diputados y del Senado.
Para la Cámara de Diputados proponen al napolitano Roberto Fico y para el Senado a un venezolano de madre italiana, Luis Alberto Orellana.
Emilio Colombo, presidente provisional del Senado, reconoció en su discurso de inauguración que debido a las posiciones tan rígidas de los partidos, Italia se encuentra con sus instituciones "paralizadas , lo que podría tener consecuencias "dramáticas" a nivel económico y social que afectan al país, que se encuentra en plena recesión.
Los dos presidente serán elegidos el sábado al término de una cuarta votación después de que el Partido Democrático liderado por Bersani decidiera el viernes "votar en blanco" en las tres sesiones con el fin de intentar negociar un acuerdo con los llamados "grillini".
Grillo no forma parte personalmente del Parlamento porque no quiso presentarse como candidato por haber sido condenado por homicidio en 1980 como responsable de un accidente de automóvil en el que murieron tres personas.