El Parlamento griego prevé aprobar un nuevo paquete de medidas de austeridad, con el que el país, aún sumido en la recesión, espera se abran las conversaciones sobre un alivio de su deuda pública.
A corto plazo, una votación positiva de los diputados permitirá el desbloqueo de un tramo de 7.000 millones de euros de préstamos internacionales del plan de ayuda en vigor (2015-2018), que serviría sobre todo para reembolsar 4.000 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE), el 20 de julio.
El proyecto de ley supone, por un valor de 4.900 millones de euros, nuevas subidas de impuestos y bajada de las pensiones y las jubilaciones, a aplicar durante los dos años posteriores a la finalización del plan actual.
También incluye medidas de compensación para los más desfavorecidos, como ayudas para el alojamiento y las medicinas.
El paquete debería ser adoptado con una pequeña mayoría. Los dos partidos de la coalición gubernamental, Syriza (la izquierda radical del primer ministro Alexis Tsipras) y Anel (la derecha soberanista) tienen previsto votar a favor.
Bajo la lluvia, centenares de jubilados se manifestaron el jueves por la tarde ante el Parlamento, contra el "desmantelamiento de la seguridad social".
Este jueves por la tarde están previstas otras manifestaciones en Atenas, también ante el Parlamento y convocadas por los sindicatos.
El miércoles, al menos unas 18.000 personas se habían manifestado en Atenas y Salónica (la segunda ciudad del país, más al norte) y hubo una huelga general convocada por los sindicatos públicos y privados.
- Volver a los mercados -
Atenas espera que el anuncio del próximo tramo del préstamo se haga en la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro, prevista para el 22 de mayo.
Grecia espera en esta ocasión un compromiso claro de sus socios sobre las medidas que faciliten al país un reembolso de su enorme deuda pública (179% del PIB).
"Es muy probable que habrá un acuerdo el 22 de mayo o algunos días después", indicó este jueves el portavoz del gobierno, Dimitris Tzanakopoulos, en entrevista con la televisión Skai.
El gobierno de Alexis Tsipras no cesa de imputar a Alemania la responsabilidad del retraso en las negociaciones sobre un alivio de la deuda griega, un tema que Berlín no desea tratar sobre todo a pocos meses de unas cruciales elecciones legislativas.
El ejecutivo de Atenas desea también que próximamente se autorice a Grecia a participar en el programa de compra de activos del BCE (Banco Central Europeo), para poder volver al mercado de obligaciones, necesario para financiarse.
"Si el Parlamento aprueba (este jueves) las medidas y el Eurogrupo decide algo más preciso y vinculante sobre la sostenibilidad de la deuda, entonces sí, creo que el comité ejecutivo del BCE propondrá que el tema sea debatido en el Consejo de gobernadores", indicó el martes Yannnis Ristournas, gobernador del Banco de Grecia, en el sitio Politicologo.
"Grecia necesita volver a los mercados al final del programa actual", insistió.