El sorpresivo anuncio del papa Francisco de nombrar cardenal al obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, marca nuevos tiempos en la iglesia al reconocer a este valiente sacerdote cercano a los pobres que apoyó las conversaciones de paz durante la guerra civil de su país.
"Al nombrar cardenal a monseñor Rosa Chávez, un obispo identificado con los pobres, el papa está marcando nuevos tiempos para la iglesia", dijo a la AFP Edín Martínez de la fundación que lleva el nombre del asesinado arzobispo Óscar Arnulfo Romero.
El papa Francisco anunció el domingo en el Vaticano la celebración de un consistorio el próximo 28 de junio en el cual nombrará a cinco nuevos cardenales, entre ellos Rosa Chávez, Jean Zerbo, arzobispo de Bamako (Mali) y Juan José Omella, arzobispo de Barcelona (España).
Rosa Chávez, un seguidor de Romero que alienta una iglesia cercana a los pobres, siempre había sido relegado por la cúpula de la iglesia católica y por el Vaticano, que en dos ocasiones declinó nombrarlo arzobispo.
"A mi juicio hoy se está haciendo justicia dentro de la iglesia católica al nombrar cardenal a Rosa Chávez, porque ha sido fiel seguidor de la linea pastoral de monseñor Romero cuando muchos obispos locales se alejaron para gozar de las bondades de una iglesia conservadora", destacó Martínez.
El papa concede al obispo salvadoreño "la mejor distinción" que pueda tener un sacerdote, consideró Reyna Angélica Zelaya, una religiosa que desde hace 20 años labora en la parroquia del obispo auxiliar.
"Monseñor Rosa ha sido un hombre sencillo y paciente, supo guardar en el corazón todas las cosas que le pasaban y hoy, cuando está por cumplir 75 años, le llega como regalo de Dios su nuevo cargo", reflexionó Zelaya.
Destacada trayectoria
Para el Centro Pastoral de la jesuita Universidad Centroamerica (UCA), que lleva el nombre de monseñor Romero, lo que hizo el papa fue reconocer la obra de Rosa Chávez tanto en el ámbito eclesial como dentro de la sociedad.
"Cuando el papa concede estas distinciones lo hace porque quiere destacar la trayectoria de la persona a lo largo de su vida y por representar la universalidad de la iglesia", declaró a la AFP el director del Centro Pastoral, el sacerdote Rodolfo Cardenal.
Al estar identificado Rosa Chávez con la causa de la "gente más pobre", según Cardenal, se ha puesto a tono "con la visión de iglesia que tiene el papa, de una iglesia de las periferias, de una iglesia abierta a todos".
En momentos que Arturo Rivera era arzobispo de San Salvador (1980-1994), a Rosa Chávez le tocó preparar la logística de tres diálogos por la paz entre la guerrilla izquierdista y el gobierno en busca de una salida negociada a la sangrienta guerra civil.
Con la mediación de la ONU, las partes lograron el fin del conflicto en 1992 con el saldo de 75.000 muertes.
"Lo que hay que rescatar de monseñor Rosa es que fue un fiel colaborador de monseñor Rivera en unos años sumamente difíciles para la arquidiócesis y en momentos que el arzobispo se quedó solo porque no lo acompañaba nadie", destacó Rodolfo Cardenal.
Tributo a mártires
Más allá del reconocimiento a la misión pastoral de Rosa Chávez, muchos salvadoreños creen que también es un tributo a una iglesia que presenta una extensa lista de mártires que encabezan monseñor Romero, el vicario castrense Joaquín Ramos y una veintena de sacerdotes, religiosas y feligreses.
"El Salvador es un país de mártires reconocidos y no reconocidos que entregaron su vida por la fe. Desde 2015 con la beatificación de Romero y ahora con la nominación de Rosa Chávez como cardenal lo que hace el Vaticano es rendir un justo tributo a los mártires", proclamó Edin Martínez.