La petrolera canadiense Pacific Rubiales está analizando suspender sus operaciones en Colombia si las autoridades no garantizan las medidas de seguridad en sus campos de producción como Rubiales y Quifa.

El vicepresidente de asuntos corporativos, Federico Restrepo, manifestó que la medida es analizada ante los nuevos “hechos de violencia que se vienen presentando en los campos de producción, protagonizados por representantes de la USO”.
Añadió que también evalúan la posibilidad de parar toda inversión que se esté ejecutando en territorio colombiano, las cuales supera los 830 millones de dólares.
También aseguró que de suspenderse la producción, el país dejaría de exportar 240 mil barriles de petróleo por día.
Durante la jornada de ayer un grupo de encapuchados hicieron presencia en el campo de Rubiales en Puerto Gaitán y asaltaron los campamentos y los restaurantes afectando el normal desarrollo de la producción petrolera en la zona.
Funcionarios de la empresa manifestaron que se han presentado acciones vandálicas y demenciales de un pequeño grupo de encapuchados. Un representante del sindicato de la empresa operadora en el campo petrolero se mostró en desacuerdo con los desmanes registrados y dijo que los trabajadores tienen derecho a protestar pero de manera pacífica.
En los campos petroleros se encuentran al menos 4.000 trabajadores y muchos achacan las protestas a los contratistas que han sido llevados a la zona. El campo es operado por Pacific Rubiales con una destacada participación de la estatal Ecopetrol.
Las anteriores protestas le costaron al país y a las regiones que reciben regalías petroleras cerca de 10 millones de dólares que fue el costo de la menor producción petrolera en septiembre que presentó una caída de 6,4%.
Las protestas de la USO tienen que ver con el reciente acuerdo al que llegó la multinacional con los trabajadores para establecer un salario mínimo por encima del millón de pesos y mayores garantías laborales.