Una de las actividades más difíciles en el fútbol es el arbitraje. Quienes se dedican a esta especialidad tienen que hacer gala de inteligencia y conocer todas las variables del juego. Generalmente algunos empezaron en la cancha en las distintas áreas del balompié. Otros desde temprana edad mostraron las dotes esenciales para ejercer tan compleja misión; la actuación del juez rara vez deja satisfechos a todos: jugadores y público. No son pocas las ocasiones que el árbitro debe salir custodiado por el riesgo de agresiones de inconformes con su desempeño.
En Colombia sobresalen grandes árbitros, cuyas ejecutorias rebasan las fronteras patrias. Han pitado en partidos de campeonatos del mundo. Óscar Julián Ruiz es una figura de las más altas en el mundo del arbitraje universal. Segundo mejor en la década del 2000-2010; tercero del siglo XXI. Ninguno de Colombia estaba en el escalafón mundial. Ahora, la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol -Iffhs- acaba de incluir a Wilmer Alexander Roldán Pérez, el más joven, 32 años, en el ranking de los mejores árbitros del mundo. Son dos estrellas del arbitraje orbital que brillan y le dan lustre al país.