Gracias a una serie de datos alentadores, la economía de China empezó el 2018 con una nota positiva, lo que se sumó al optimismo entre instituciones financieras internacionales de todo el mundo sobre la segunda mayor economía del mundo.
Aunque permanecen los riesgos de desaceleración, los bancos internacionales creen que el crecimiento de China sigue superando al del resto del mundo y ven oportunidades del mejoramiento en la estructura económica.
Panorama estable
Datos del mercado financiero señalaban a principios del año un fuerte sentimiento de los inversionistas. El mayor índice de valores del país registró una racha de 10 días de ganancias, el mayor repunte desde una importante corrección del mercado a mediados de 2015.
La moneda china, el yuan, también ha tenido una fortaleza sostenible este año, y su paridad central se afianzó hoy al lograr su nivel más alto en 20 meses frente al dólar.
El optimismo anticipado para el año parece estar ganando terreno. A principios de enero, el economista de J.P. Morgan China Zhu Haibin elevó el pronóstico del producto interno bruto (PIB) de China para 2018 de 6,5 a 6,7 por ciento ante la mejor perspectiva de la demanda externa.
"Nuestros pronósticos esperan una contribución estable del consumo, mientras que el mejoramiento de las condiciones externas apoyará las condiciones del mercado laboral y, por lo tanto, el crecimiento de los ingresos de los hogares", escribió Zhu en una nota.
Li Wei, economista de Standard Chartered Bank, prevé que el PIB de China crecerá 6,5 por ciento en 2018, que calificó como un "crecimiento más lento pero firme".
Incluso, a algunos analistas les preocupa que la lucha de China contra los riesgos de deuda, la pobreza y la contaminación podrían ejercer presión sobre el crecimiento.
Zhao Yang, economista en jefe de China en Nomura, espera que el índice de crecimiento sea de 6,4 por ciento, mientras que el Deutsche Bank en un informe de diciembre calculó que sería de 6,3 por ciento.
Aunque los pronósticos de crecimiento difieren entre instituciones, Zhou Hao, un economista de Commerzbank Asia, declaró que, en términos generales, los inversionistas están optimistas respecto a la economía.
"A pesar de la divergencia en los pronósticos sobre el crecimiento del PIB de China, nadie dudaría del potencial de la economía, y China sigue siendo la fuerza motriz de la recuperación global", afirmó Zhou en una entrevista con Xinhua.
Gran potencial
Más allá de las cifras, las instituciones financieras también ven crecientes oportunidades de la transición de China hacia un modelo de crecimiento sostenible y de alta calidad.
Sergio P. Ermotti, director general del Grupo UBS, considera que las condiciones son óptimas para crear impulso para China.
Uno de los puntos de crecimiento viene de la educación. De acuerdo con Hou Yankun, director de investigación de activos de China de UBS, China tiene cerca de tres millones de egresados en ciencia e ingeniería cada año, unas cinco veces más que Estados Unidos.
"Creo que algo que no se aprecia mucho de la demografía china es que aunque la población envejece, la nueva fuerza laboral está mucho mejor educada, lo que generará un 'dividendo de ingeniería' en la siguiente década", dijo Ermotti en una conferencia de la compañía.
Por otra parte, los ahorros nacionales de China le han servido bien en los últimos años. Conforme se desarrollan los mercados financieros, una mayor parte de este capital se destina a capital de riesgo y otros tipos de financiamiento temprano, dijo Ermotti.
Los negocios
Los esfuerzos de China para abrir los mercados financieros también están volviendo al país en un destino de inversión más atractivo para las instituciones internacionales.
En noviembre del año pasado, China anunció que las compañías extranjeras podrán tener hasta 51 por ciento de las acciones en empresas conjuntas de valores, fondos o futuros y que el límite será reducido de forma gradual en los siguientes tres años.
"Bajo la nueva normativa, deseamos incrementar nuestra participación a 51 por ciento", señaló Ermotti.
En diciembre pasado, la compañía anunció el establecimiento de una empresa conjunta con Qianhai Financial Holdings para desarrollar negocios de gestión innovadora de riqueza.
"Dado que se están desarrollando y profundizando los mercados de capital, además de que el vibrante sector privado de China está creciendo y requiere financiamiento, consideramos que compañías extranjeras como UBS pueden seguir brindando la experiencia y los recursos para ayudar a desarrollar el sector financiero", dijo Ermotti.
En el mismo mes entró en operación una sociedad de valores conjunta entre HSBC y Qianhai Financial Holdings.
Vanguard, otra importante compañía de inversión, también está dispuesta a tomar una porción del creciente mercado. La compañía estableció su primera filial de propiedad exclusiva en Shanghai hace varios meses, la cual realiza operaciones de consulta, investigación y gestión de inversiones en China.