El presidente del Parlamento iraní, Ali Larijani, desaconsejó este viernes a la oposición siria y también a Catar y a Arabia Saudita que se embarquen en "acciones aventureras en Siria", donde insurgentes islamistas y combatientes kurdos preparan una guerra abierta en el norte del país.
En Damasco, Larijani se reunió con el presidente Bashar al Asad, que se dijo de nuevo decidido a derrotar el "terrorismo", tal como califica a la rebelión, y a resolver la crisis mediante un "diálogo nacional". La oposición se niega a ello y repite que no negociará nada si Asad no renuncia previamente.
Sobre el terreno, mientras tanto, miles de personas se manifestaron para pedir la partida del presidente y los bombardeos y los combates entre ejército y rebeldes proseguían, en especial en la provincia capitalina, donde según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) murieron al menos 9 personas este viernes.
Larijani criticó sin nombrarlos a Catar y a Arabia Saudita, principales apoyos financieros de la oposición siria.
"Algunos en la región quieren llevar adelante acciones aventureras para causarle problemas a Siria", dijo a la prensa.
"Pero Irán sigue apreciando el papel vanguardista de Siria en el apoyo a la Resistencia", es decir los países y movimientos que se oponen a Israel y a Estados Unidos, añadió Larijani.
Antes de partir de Teherán, el presidente del Parlamento criticó también a los rebeldes, que infligieron últimamente una serie de derrotas a las tropas regulares.
"Algunos grupos (de la oposición en Siria, NDLR), en nombre de las reformas, llevan adelante acciones de aventureros y buscan perturbar la situación política en Siria, pero no lograron hacerlo".
"Apoyamos la democracia y la reforma en Siria, pero nos oponemos a toda acción aventurera", agregó Larijani, según declaraciones consignadas por la agencia Mehr.
El funcionario iraní viajará luego a Líbano para reunirse con el presidente chiita del Parlamento Nabih Berri, y de ahí a Turquía, país que pidió a la OTAN el despliegue de misiles Patriot de defensa antiaérea en su frontera con Siria.
El régimen sirio consideró este viernes que el pedido turco es "una nueva provocación", y culpó al gobierno de Ankara de "la militarización de la situación en la frontera entre Siria y Turquía".
Irán también arremetió contra la iniciativa turca. "Esto no sólo no ayuda a resolver la situación en Siria sino que además la agravará y complicará", declaró el portavoz de la cancillería iraní, Ramin Mehmanparast.
La solicitud turca suscitó también las críticas de Rusia, aliada de Damasco, que ve en ello un riesgo de provocar "un conflicto armado grave".
Hacia una guerra total entre rebeldes y kurdos
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En el noreste de Siria, los principales movimientos kurdos sirios decidieron unificar sus fuerzas militares para enfrentarse a cientos de insurgentes islamistas, informó un militante kurdo.
Desde hace días, los combatientes del Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD), la rama siria del PKK de los rebeldes kurdos de Turquía, se enfrentan a los rebeldes islamistas del Frente al Nusra y de la brigada Ghuraba Al Sham en Ras al Ain, localidad siria fronteriza con Turquía.
"Los dos consejos nacionales kurdos del Kurdistán oeste acordaron formar una fuerza militar unificada que agrupa a las del PYD y a los disidentes del Kurdistán", afirmó el militante, que decía llamarse Havidar. En su terminología, el Kurdistán oeste designa el noreste de Siria.
Al mismo tiempo, el Frente al Nusra y la brigada Ghuraba al Sham, dos importantes grupos islamistas radicales, pidieron ayuda a los rebeldes, a pesar de que estas dos organizaciones no forman parte de la principal fuerza armada de oposición, el Ejército Sirio Libre (ESL).
Un obispo sirio pidió ayuda al Papa, a la ONU y a la comunidad internacional para proteger de los combates todo el noreste del país, donde hay más de 400.000 desplazados internos.
"Insistimos en la salida de los grupos armados que ocupan Ras al Ain, actualmente una ciudad fantasma, para que los 30.000 refugiados que partieron de allí puedan volver a sus casas", declaró Behnan Hindo, obispo católico de Hassaké-Nisibe.
Por otro lado, un portavoz de ACNUR dijo este viernes que el número de refugiados sirios inscritos en esta agencia de la ONU se ha duplicado desde principios de septiembre, llegando a más de 440.000 personas.
El jueves, la violencia en Siria se cobró 138 muertos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que afirma que desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 ha habido más de 40.000 muertos.
Misiles Patriot: "una provocación"
El pedido de misiles Patriot a la OTAN es una "nueva provocación" de Turquía, estimó una fuente del ministerio sirio de Relaciones Exteriores, citada por la televisión oficial.
Esta es la primera reacción de Damasco desde que Ankara, que teme el desborde del conflicto sirio, pidió oficialmente a la Alianza Atlántica desplegar baterías de misiles Patriot en su frontera con Siria subrayando su carácter "defensivo".
"Siria atribuye al gobierno (del primer ministro turco Recep Tayyip) Erdogan la responsabilidad de la militarización de la situación en la frontera entre Siria y Turquía y del aumento de la tensión y los daños en detrimento de los pueblos amigos", sirio y turco, agregó la fuente.
"Turquía abrió su territorio a miles de terroristas sirios y extranjeros, armándolos, entrenándolos e infiltrándolos en Siria para participar en el derramamiento de sangre", acusó, según la agencia Sana.
Turquía y Siria comparten una frontera de 900 km.