El régimen y la oposición sirios pidieron a la comunidad internacional que actúe para prohibir la utilización de armas químicas en Siria, un acto del que ambos bandos se acusan mutuamente.
"Los llamamientos lanzados por países europeos y la Liga Árabe para armar a los grupos terroristas alentaron a estos grupos para seguir adelante y cometer su crimen atroz el martes", escribió el ministerio de Relaciones Exteriores sirio en un mensaje dirigido a la ONU "sobre la utilización de armas químicas por los rebeldes".
El ministerio "reitera los compromisos de Siria de no utilizar armas químicas, si existen, contra su pueblo" y afirma que "continuará persiguiendo a los terroristas y a quienes les apoyan por compromiso con la seguridad de su pueblo".
En esta carta, Siria "pidió a la comunidad internacional actuar con seriedad y firmeza para prohibir a estos grupos terroristas continuar sus peligrosos crímenes contra el pueblo sirio".
Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), la agrupación más importante anti-Asad, acusa al régimen de "continuar sus crímenes contra el pueblo sirio" y pide "una investigación completa internacional y el envío de un equipo sobre el terreno".
"El gobierno interino (que debe ser puesto en marcha por los rebeldes) está listo para recibir a una delegación de este tipo y conducirla a los lugares afectados para determinar quiénes son los responsables de estos crímenes y llevarles ante la justicia", aseguró en un comunicado.
La oposición acusa al régimen de haber recurrido a las armas químicas en Khan al Asal en Alepo (norte) y en Atayba, en el este de Damasco. "Aunque las armas químicas están prohibidas internacionalmente, cada vez hay más pruebas de que el régimen las utiliza".
Este miércoles, las fuerzas sirias bombardearon el sur de Damasco, incluido el campo de refugiados palestinos de Yarmouk, y la aviación efectuó bombardeos sobre el norte y el centro del país, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Las fuerzas del régimen bombardearon las localidades de Hajar al-Aswad y Daraya en los suburbios del suroeste de Damasco", afirmó esta ONG que precisó que Yarmouk y Qadam (sur) "fueron escenario de violentos combates entre rebeldes y fuerzas gubernamentales durante la noche".
Por otro lado, las tropas bombardearon Beit Jan, en los Altos del Golán, en el sur de Siria, según el OSDH, que se apoya en una amplia red de militantes y médicos sobre el terreno.
Además, la aviación del régimen bombardeó la provincia de Hama (centro) y de Raqa (norte), cuya capital de provincia homónima cayó en manos de los rebeldes. También tuvieron lugar enfrentamientos en Homs (centro).
Según la ONU, más de 70.000 personas murieron en dos años de un conflicto en el que ninguna de las partes logra hacerse con una victoria decisiva.