El ex ministro de Defensa israelí Shaul Mofaz fue elegido jefe del partido centrista Kadima, principal formación de oposición, al término de elecciones primarias en las que derrotó a su rival, Tzipi Livni, la líder saliente, según los primeros resultados.
Con los resultados de 127 urnas sobre 197, Mofaz obtuvo el 65% de los votos contra un 35% para Livni, una tendencia que se consolidaba y que ya no podrá ser revertida, según los comentaristas.
Mofaz es un ex jefe de Estado Mayor y ex ministro de Defensa que ha centrado toda su campaña en su imagen de hombre de seguridad.
Sus partidarios destacan la rica experiencia militar de general retirado y ponen en su haber el aplastamiento de la segunda Intifada palestina (2000-2005). Sus rivales le reprochan sin embargo, la falta de preparación del ejército frente al Hezbollah chiíta durante la guerra del Líbano de 2006.
Poco locuaz, este hombre de acción limitó al máximo sus intervenciones públicas, prefiriendo contar con sus aliados en la jerarquía del partido para imponerse frente a Tzipi Livni, la ex ministro de Relaciones Exteriores, quien lo derrotó por un pelo en las primarias del partido en 2008.
Mal jugador, en ese momento se abstuvo de felicitar públicamente a su rival. Discreto, paciente, pragmático y ávido de poder, el nuevo jefe de la oposición ha sabido esperar su hora y ahora disfruta de su victoria.
Shaul Mofaz se ha ganado la reputación de ser un hombre movido por la ambición personal y no por la ideología, como lo demuestra su cambio radical de postura durante la creación de Kadima, a fines de 2005.
Siendo miembro del Likud (derecha), aseguró que no haría divisionismo y, en una carta a los 3.000 miembros del Comité Central del partido, les indicó: "No se deja la casa", justo antes de abandonarlos y de unirse in extremis al partido centrista creado por el hombre fuerte, Ariel Sharon.
Kadima, el partido israelí más grande con sus 28 diputados, en la oposición desde 2009, está en declive acelerado según todas las encuestas.
Aunque lo niega, Mofaz bien podría conformarse con un acuerdo de coalición con la derecha de Benjamin Netanyahu, quien está viento en popa.
Con él, "Kadima se convertirá en un Likud bis", advirtió Tzipi Livni.