Los egipcios votaban el sábado a favor o en contra de un proyecto de Constitución defendido por los islamistas en el poder y rechazado por la oposición, que acusó a los Hermanos Musulmanes de querer "amañar" el resultado.
El proyecto de ley fundamental está en el centro de la grave crisis que atraviesa Egipto desde hace más de tres semanas y que provocó violencias a veces mortíferas.
Durante la tarde, la votación seguía sin incidentes en las diez gobernaciones de las 27 convocadas a las urnas, incluidas El Cairo y Alejandría, segunda ciudad del país. El resto de Egipto tiene previsto votar el 22 de diciembre.
Unos 120.000 soldados fueron movilizados para ayudar a los 130.000 policías encargados de la protección de las operaciones de votación. El presidente islamista Mohamed Mursi ha autorizado al ejército a detener a civiles en el marco del mantenimiento del orden hasta el anuncio de resultados definitivos, en una fecha todavía por determinar.
El Frente de Salvación Nacional (FSN), una coalición de los principales movimientos de oposición, dice haber observado numerosas "violaciones" de las reglas electorales por parte de los islamistas partidarios del jefe de Estado.
"La cantidad de infracciones (...) indica una clara intención de amañar el voto por parte de los Hermanos Musulmanes, con el objetivo de hacer aprobar la Constitución de la cofradía", afirma un comunicado del FSN, en el que llama a votar "no".
Para los partidarios del "sí", la adopción del texto dotaría al país de un marco institucional estable después de la tumultuosa transición que siguió la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011 tras un levantamiento popular sin precedente.
La oposición laica, de izquierda y liberal, denuncia por su parte un texto adoptado a toda velocidad por una comisión dominada por islamistas, que abre según ella la vía a interpretaciones rigoristas del islam y da pocas garantías para ciertas libertades.
En un comunicado, el ministerio del Interior indicó que no había registrado "ningún incidente que constituya un obstáculo al proceso del referéndum".
Un responsable de la Comisión Electoral dijo a la AFP que los resultados de la primera zona de votación recién serán comunicados oficialmente cuando el resto del país haya votado, dentro de una semana.
Después de semanas de manifestaciones, enfrentamientos entre campos rivales dejaron el viernes 15 heridos en Alejandría. El 5 de diciembre, enfrentamientos de una violencia poco frecuente se registraron cerca del palacio presidencial en El Cairo, que dejaron ocho muertos y cientos de heridos.
"Gran afluencia"
Los egipcios comenzaron a hacer cola ante los locales de votación desde la madrugada en El Cairo y el interior, antes de que abrieran. La votación fue prolongada hasta las 23H00 (21H00 GMT) para hacer frente a "la gran afluencia".
Unas 26 millones de personas estaban convocadas a las urnas este sábado, sobre un total de 51,3 millones de electores potenciales. La decisión de numerosos jueces de boicotear el referéndum, que no puede validarse más que bajo su supervisión, forzó a las autoridades a organizar la votación en dos días.
El ambiente distaba mucho del de euforia que marcó los comicios anteriores.
Kasem AbdaláKasem, vecino del barrio popular de Mokatam en El Cairo, cerca de la sede de los Hermanos Musulmanes a los que pertenece Mursi, vota "sí" sin vacilar. "Es una Constitución que ofrece derechos y estabilidad", asegura.
"He votado a Mursi (en las presidenciales de junio) pero fue un gran error. Esta Constitución es mala, entre otros porque no prohíbe trabajar a los niños y abre la vía al matrimonio de menores", afirmó por su parte Alí Mohamed Alí, un hombre sin empleo que lamenta también que con el nuevo presidente "los precios volvieron a subir".