Las remesas, que comprenden las transferencias corrientes hechas por los colombianos que viven en el exterior, desde hace décadas se han convertido en un pilar fundamental para las familias como para la economía. Esos recursos que generalmente llegan en dólares o en euros, son un elemento fundamental en la vida de muchas familias del país.
Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y el Eje Cafetero son los principales beneficiarios del dinero enviado por los emigrantes nacionales.
Una buena parte de estos dineros son invertidos en finca raíz, otros hogares lo destinan a educación y salud y los más necesitados los utilizan como única fuente de sustento.
De acuerdo con migración, cada vez es mayor la salida de colombianos para el exterior. En 2023 cerca de 500.000 viajaron principalmente a países como Estados Unidos, México, España, Francia, Reino Unido o Alemania, donde en medio de dificultades los jóvenes se acomodan a un ritmo de vida exigente, con trabajos demandantes, pero que se les considera dignos, ya que les permite formarse y mandar dinero a sus padres o hermanos.
A la par con el aumento en el número de jóvenes colombianos que residen en el exterior, asimismo se han incrementado las remesas. No en vano, en 2023 llegaron US$10.051.10 millones, logrando el país un récord en la recepción de divisas.
Lo que deja en evidencia que ese registro va a seguir aumentando este año. También, cabe mencionar que El Banco de la República anunció que en enero la recepción de remesas sumó US$912,7 millones, lo que representa un registro histórico para el mes y revela el buen momento que se vive desde finales del año pasado.
Aunque, si bien el monto de enero representó un récord para el mes, en comparación con diciembre, mostró un retroceso frente a los US$914.21 millones que se obtuvieron en ese mes.
Este flujo de fondos permite a los hogares afrontar gastos esenciales como alimentación, vivienda y educación.
Asimismo, muchos ciudadanos utilizan las remesas recibidas para el ahorro a largo plazo, lo que contribuye a la estabilidad financiera de sus hogares y la construcción de un futuro más seguro.
Con razón los expertos señalan que en un mundo globalizado las remesas se han convertido en una herramienta esencial entre las comunidades colombianas en el extranjero y sus familias en Colombia.
Finalmente, cabe destacar que otros propósitos que tienen los ciudadanos para el uso de remesas son negocios, compra de bienes raíces, viajes, tratamientos médicos y servicios digitales, elementos que denotan, como muy bien se ha dicho, el desarrollo familiar y del país.