La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, se ofreció el viernes a participar en la implementación de un eventual acuerdo de paz en Colombia, asegurando que "será mejor" si su oficina se mantiene en el país en esa etapa.
"Es muy importante tener monitores independientes durante la implementación de los acuerdos de paz. Estoy lista para jugar un papel y estoy de acuerdo en que será mejor si estamos en el país", dijo Pillay durante una rueda de prensa.
"La ONU y mi oficina están dispuestas a jugar un papel" ante un eventual acuerdo de paz, reiteró Pillay, que cerró este viernes una visita de cuatro días a Colombia durante la cual el gobierno local prorrogó hasta el 31 de octubre de 2014 el mandato de esa misión.
La prórroga fue acordada luego de que el presidente Juan Manuel Santos planteara esta semana que su país ha avanzado "lo suficiente" en materia de derechos humanos por lo que la presencia de la ONU ya no sería necesaria.
"El mandato (de la oficina de la ONU) va hasta octubre porque el mandato constitucional del presidente vence en agosto de 2014", explicó el vicepresidente Angelino Garzón, tras un acto de homenaje a las víctimas del conflicto armado en el que participó junto a Pillay. Allí aseguró que, de seguir Santos como presidente por otro periodo, él mismo le pedirá que extienda la misión de la Alta comisionada.
Pillay, que durante su visita al país se reunió con una decena de ministros, ONGs y comunidades, dijo que "rinde un gran tributo" a lo que ha logrado el gobierno en cuanto a la creación de instituciones para proteger los derechos humanos.
Sin embargo, destacó que su foco actual está en la "implementación" de todos los planes oficiales para restituir los derechos de las víctimas del conflicto y evitar futuras violaciones de los derechos humanos.
"He escuchado a comunidades y a ONGs y ellos no han sentido los beneficios" de las políticas oficiales todavía, aseguró.
Colombia sufre desde hace casi medio siglo un conflicto armado en el que han participado guerrillas de izquierda, grupos paramilitares de derecha y agentes del Estado, con saldo de más de 600.000 muertos y 4 millones de desplazados por la violencia.
El gobierno colombiano adelanta desde noviembre de 2012 conversaciones de paz con la mayor guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en busca de acabar con el conflicto.
AFP.