Al tiempo que la Corte Suprema de Justicia llamó a declarar al exsenador Otto Bulla y al empresario Federico Gaviria, en desarrollo de las investigaciones por el escándalo de la multinacional brasileña Odebrecht, un juez concedió el principio de oportunidad al exviceministro Gabriel García Morales.
Bula, quien fue uno de los primeros capturados por el reparto de coimas por parte de la empresa brasileña, se convirtió en testigo de la Fiscalía para obtener beneficios, pero en un primer caso se negó a declarar ante la Corte Suprema, pero nuevamente fue citado.
Otro que pasó de acusado a testigo fue el empresario Enrique Ghisays, quien el lunes fue condenado a siete años de cárcel, luego de obtener una rebaja del 50 % de la pena por delatar a su hermano.
Ahora, García Morales espera recibir beneficios a cambio de entregar información sobre los dineros que manejó y que serían superiores a los 6.5 millones.
El exviceministro de Transporte colaborará con los casos que se adelantan por las irregularidades en la entrega del contrato de la Ruta del Sol Tramo II en el año 2009.
El ente investigador avaló la negociación que venía adelantando el exfuncionario con los fiscales del caso para concederle beneficios judiciales a cambio de colaboración.
El exfuncionario es procesado por haber recibido 6.5 millones de dólares para garantizar la entrega del millonario contrato de infraestructura vial a la trasnacional brasileña.
Cabe recordar que el próximo 18 de agosto se conocerá la sentencia contra García Morales por los delitos de cohecho e interés indebido en la celebración de contratos, los cuales aceptó en la audiencia de imputación celebrada el pasado 15 de enero.
En este momento, el exviceministro de Transporte se encuentra privado de su libertad en la cárcel La Picota de Bogotá.
García Morales se convierte en testigo clave de la Fiscalía y las declaraciones que ha ido entregando en las últimas semanas para lograr el beneficio se podrán usar judicialmente.
En una carta dirigida a sus familiares y amigos, les pide perdón por sus actos de corrupción: “Hoy me desprecio y arrepiento por haber sido esa persona que tomo ese camino. Me arrepiento por el daño que causé y asumo las consecuencias derivadas de mis actos”.
Sin embargo, seguirá siendo investigado por los delitos de cohecho, e interés indebido en la celebración de contratos, por los cuales podría recibir una condena en los próximos días.
En cuanto al empresario Gaviria, recientemente fue capturado y por el momento solo acudirá a rendir declaración en la Corte pero no se descarta que también se acoja a un principio de oportunidad.
Según los indicios que tiene la Fiscalía, Gaviria habría actuado como una especie de estructurador del negocio. También se investigan sus nexos con el exsenador Otto Bula, preso en La Picota por mover sus contactos para asegurar que la multinacional brasileña se quedara con grandes negocios en Colombia.
Gaviria supuestamente movió influencias con el capturado exviceministro de Transporte, Gabriel García Morales, quien aceptó que recibió un soborno de 6,5 millones de dólares de Odebrecht.
De otro lado, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, fue vehemente al asegurar que si una persona está siendo buscada por la justicia Colombiana o está sujeta a un proceso judicial es un problema del gobierno de nuestro país, pero que Estados Unidos busca evitar que estas personas huyan a Estados Unidos poniendo como ejemplo el caso de Andrés Felipe Arias, “tenemos el derecho y la obligación de quitar la visa y recolectar información para saber si es apto para o no para entrar al país” aseguró.
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