Una verdadera lluvia de sanciones contra la 'Juve', campeón y líder de la Serie A del fútbol italiano, cayó este lunes por decisión de la Comisión de disciplina de la federación (FIGC), a causa del comportamiento agresivo contra el árbitro en el empate 1-1 ante el Génova.
Los 'bianconeri' criticaron duramente, así como algunos hinchas lo salivaron, al árbitro por no concederles un penal que hubiese significado el triunfo en el partido jugado el sábado.
Al club se lo multó con 50.000 euros "por no saber controlar a sus hinchas, que lanzaron escupitajos a la terna arbitral al salir de la cancha", mientras que su presidente, Giuseppe Marotta, quedó suspendido en sus funciones hasta el 18 de febrero.
El entrenador Antonio Conte fue una vez más suspendido, en la ocasión por dos partidos, y se le multó con 10.000 euros, mientras que a los defensas Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci se los suspendió por dos partidos, con multas de 5.000 y 10.000 euros, respectivamente, por su agresividad contra el colegiado Marco Giuda.
"Conte fue suspendido por dos partidos por dirigirse al árbitro de manera intimidatoria...", al presidente Marotta "por haberle presentado objeciones de manera insultante e intimidatoria al final del partido en los vestuarios".
Precisamente, el árbitro es originario de Nápoles, cuyo equipo es escolta a tres puntos de los turineses.
A éste se le imputa no haber cobrado un penal al final del partido al defensa sueco del génova Andreas Granqvist, quien habría tocado el balón con un brazo.
AFP