Por ser un fenómeno de variabilidad climática natural y, por consiguiente, complejo, que conlleva un proceso de evolución y monitoreo permanente, el Ideam alertó sobre las consecuencias que puede tener El Niño en los dos trimestres restantes del año.
El Director del IDEAM, Omar Franco señaló que la fase de desarrollo del fenómeno se consolidará en los meses de octubre, noviembre y diciembre, donde hay un porcentaje de probabilidad cerca del 82 por ciento y que su fase de madurez se dará en el primer trimestre de 2015, para luego disiparse.
“Este porcentaje nos tiene que dar cuenta de que no podemos bajar la guardia y que tenemos que hacer un proceso de planeación efectivo; desde ahora la alerta que estamos tratando de dar al país es con el objetivo de que el Gobierno Nacional y las entidades territoriales planifiquen con anterioridad los planes de contingencia”, recalcó Franco.
Por su parte, la subdirectora de Meteorología del Ideam, María Teresa Martínez, manifestó que este fenómeno está asociado a la disminución de lluvias, principalmente en las Regiones Caribe y Andina del país, y que no se puede relacionar con una sequía completamente.
“Es importante aclarar que los fenómenos de variabilidad climática no inhiben la llegada de las temporadas secas o lluviosas, su influencia se manifiesta en que las temporadas secas se acentúan y las temporadas húmedas podrían ser deficitarias”, anunció la Meteoróloga del Ideam.
Franco invitó, entonces, a los tomadores de decisiones del país a que lo acompañen en esa tarea pedagógica, con el fin de hacer un uso eficiente del recurso hídrico y preparar al país con la mayor celeridad ante los posibles impactos que ocasione el fenómeno, especialmente en el primer trimestre del año 2015.