Por Álvaro Sánchez

Especial para EL NUEVO SIGLO

El pasado7 de enero se celebró el Día Mundial de las Aves y, como casi siempre, pasó desapercibido por un cúmulo de motivos de diversa índole. Quizá el principal de ellos es que hoy por hoy todos los estudiosos del medio ambiente están preocupados de los regímenes de lluvias y de las altas temperaturas del planeta, pero también hay algo de desconocimiento sobre la utilidad de estos animales.

La mayoría de las personas se imaginan que ellos no hacen más que adornar los paisajes y alegrar a los paseantes con sus colores y sus trinos. Nada más alejado de la realidad. El cuidado de las aves es en sí mismo el cuidado de los ecosistemas y de la biodiversidad, por lo que puede ser fácilmente la última oportunidad de conservar el planeta para las generaciones futuras.

¿Por qué son importantes las aves? Podríamos comenzar por lo obvio y es el hecho de que las aves, de manera similar a los insectos, pero con desplazamientos más largos, ayudan fundamentalmente en las labores de polinización (fertilización de las plantas) y en la dispersión de semillas que mantienen la presencia de la variedad de plantas en nuestros campos y bosques. Además, habremos de hacer notar que son controladores biológicos de la sobrepoblación de insectos y, por lo tanto, de algunas enfermedades. También realizan importantes labores sanitarias limpiando desechos orgánicos en sitios inaccesibles, evitando así la propagación de enfermedades y la producción de gases de efecto invernadero causada por la descomposición.

Si se trata de buscar el mejor indicador de la conservación o de la recuperación de un sitio nos podemos remitir al comportamiento de las aves en dicho entorno. Su simple observación nos permitirá concluir en forma adecuada sobre los cambios ambientales que están afectando nuestro planeta.

Desde un punto de vista meramente antropológico se puede decir que ellas han sido referentes de la mayoría de las culturas a través de la historia, desde los ídolos egipcios -que tenían forma de pájaros- hasta los símbolos patrios actuales de los países, en la mayoría de los cuales figura algún tipo de ave. Su simbología ha marcado la humanidad: una paloma blanca significará paz, una lechuza atención y sabiduría, en tanto la gaviota es símbolo de libertad, y los boleros o gallinazos significarán muerte y podredumbre.

El ser humano se deleita con la belleza de estos seres y con su habilidad para orientarse, volar largas jornadas haciendo más eficientes sus gastos de energía, organizar sus comunidades, construir sus sitios de habitación y muchas otras habilidades de ellas.

La prueba de ello es que en cualquier museo se encuentran pinturas de aves y en cualquier país hay estampillas, billetes y monedas con aves impresas. Lo anterior sin mencionar que grandes poetas, novelistas y músicos han basado su obra en las aves. ¿Quién de ustedes no leyó La paloma, La garza, o Juan Salvador Gaviota.

No podemos caer, tampoco, en el error de considerar a todas las aves como iguales. El genérico pájaros es un error conceptual, ya que cada una es única en lo suyo. Las hay de maravillosos plumajes, de cantos hermosos, de utilidad sanitaria, de utilidad en el control biológico, de utilidad para la reforestación, de preciosos bailes en sus procesos de conquista o cortejo. Algunas son ladronas o agresivas o muy sucias, y otras son amables, domésticas o muy limpias. Pero todas, absolutamente todas, son útiles.

Ahora bien, solamente trate usted de imaginar un campo de cualquier tipo sin el vuelo, el color y el canto de las aves. La tristeza sería la marca de nuestros desplazamientos por este planeta.

¿Qué tiene Colombia?

Según la revista “Conservación Colombiana” Colombia cerró el año 2014 en el primer lugar mundial de población de aves, con un número total de 1.903 especies, lo cual significa un aumento de 34 especies sobre el dato obtenido en 2007.

Sin embargo, es de anotar que se han descubierto cerca de 49 nuevas especies, pero algunas otras, lamentablemente, se han extinguido. En este ranking Colombia está sobrepasando a Perú, que cuenta con 1.891 especies y Brasil que contó 1.804 especies, que equivalen al 19,32% del total de especies de aves que existen en el planeta. Valga decir que varias de nuestras especies son endémicas y que algunas de ellas están en grave peligro de extinción, ello sin que se conozcan programas gubernamentales para su protección.

Cada año existen miles de turistas que deambulan por el mundo en busca de observar aves. Colombia, que debería tener uno de los mayores volúmenes de estos turistas, tiene muy pocos. La razón es que no existen programas organizados para explotar esta riqueza, mientras países como España, que tiene sólo el 26,57% de nuestra diversidad de aves, registra aproximadamente 16 veces más turistas registrados que la visitan con el fin de observar aves.

El turismo ornitológico tiene la gran ventaja de estar conformado por personas que tienen un gran sentido del cuidado del medio ambiente y, por lo tanto, no es un turismo depredador o destructor, sino más bien un turismo contemplativo y protector de los ecosistemas. Nuestro potencial en este tema es prácticamente inexplotado y de muy fácil desarrollo.

Algunas anotaciones

La protección de las aves parte de la conservación de su hábitat y el control de la actividad humana en las zonas propias de ellas. El mismo turismo ocioso puede ser causa de sus desplazamientos. De igual manera, el movimiento de la frontera agrícola desplaza especies nativas y atrae diferentes especies, atentando contra el equilibrio ecológico de las regiones. El uso incontrolado de químicos en herbicidas y pesticidas envenena un buen número de individuos que normalmente buscan su alimento en esos sitios.

Es importante recordar que las aves tienen un peldaño alto en la cadena alimentaria de muchas especies y que su extinción tendría unos impactos incalculables en otras especies de animales y en el hombre mismo.

El mensaje que podemos leer cuando las aves se van es que los humanos estamos haciendo algo que afecta los ecosistemas y perjudica el planeta. LAS AVES SON VIDA, PROTEJÁMOSLAS.

* alsanchez2006@yahoo.es@alvaro080255