Después de la polémica por la máquina Tapa-huecos, el director encargado de la Unidad de Mantenimiento Vial, Juan Carlos Abreo, visitó la zona de Usaquén y comprobó que la mezcla que utiliza la remalladora, dentro del contrato de Ciencia y Tecnología 638 de 2013, no se está derritiendo.
“Green Patcher Colombia SAS, solicitó suspensión unilateral del contrato, en dos ocasiones, mientras realizaban ajustes técnicos a la mezcla, dado que se detectó la presencia de algunos grumos de emulsión en la mezcla utilizada para tapar los huecos con la nueva tecnología. Los grumos son residuos pequeños y dispersos superficialmente, que se cuelan en la mezcla por falta de homogenización de la misma y en temperaturas altas, se ablandan, pero no significa que la estructura se derrita. Son residuos que se irán con el tiempo, pero que lo que está debajo es material cobalto, que es de alta duración y se pudo corroborar ante los medios de comunicación que nos acompañaron el sábado en el recorrido que hicimos en Usaquén, donde trabaja la máquina”, afirmó el ingeniero Abreo.
Advirtió, además, que Green Patcher Colombia “debe responder por los trabajos que adelanta o de lo contrario la empresa se verá abocada a los procedimientos legales que rigen la contratación estatal. Por ahora el contrato sigue su curso normal y la UMV no pagará ninguna acción de movilidad que presente defectos en su compactación”, explicó el director de la UMV.
La meta es inyectar 15.600 metros cúbicos de mezcla en seis meses y, según lo ha hecho saber Green Patcher Colombia SAS, en los próximos días entran a operar otras dos máquinas que se encuentran en proceso de legalización.