Con lo decretos reglamentarios de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, el Presidente Santos aseguró que se podrá transformar un pasado de dolor en un futuro de esperanza.
“¡Ya no más golpecitos en la espalda para nuestros compatriotas desplazados o despojados!”, afirmó el Mandatario durante el evento de firma de los decretos reglamentarios, en la Casa de Nariño.
Recordó que en junio cuando sancionó la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, dijo que se estaba en la grilla de partida y que hoy con los decretos reglamentarios se da la largada a una marcha de 10 años.
“Hasta ayer estuvimos hablando del qué y del cuándo y hoy presentamos el cómo, es decir, las herramientas puntuales para hacer realidad la Ley, para transformar un pasado de dolor en un futuro de esperanza y de prosperidad”, puntualizó.
“¡Ya no más indiferencia!”, reclamó el Presidente Santos durante el evento, al expresar que la firma de esos decretos reglamentarios es “precisamente, para decir: ‘No Más”.
Agregó que no tiene sentido que durante tantos años en el país hayan sacado a familias campesinas sus casas y se hayan presentado masacres salvajes en las mismas plazas de los pueblos.
“No tiene sentido que tantos padres hayan sido asesinados, ni que tantos hombres hayan sido humillados frente a sus hijos, ni que tantos niños hayan cargado fusiles en vez de balones, ni que tantas mujeres tengan el recuerdo imborrable de una violación.
“Nada de eso tiene sentido. ¡Nada!”, subrayó.
El Jefe de Estado dijo que es inexplicable que una minoría le haya hecho semejante daño a una Nación donde los buenos son todos. Sin embargo, el Presidente afirmó que los colombianos si son culpables de haber sido indiferentes o, por lo menos, de no haber hecho lo suficiente para evitar esta tragedia.
“Por décadas escuchamos sollozar a las víctimas de la violencia y no las abrazamos. Por décadas fuimos testigos de su intenso dolor y no las consolamos. Por décadas vimos en los noticieros a cientos de miles de familias huyendo de sus parcelas, cargando colchones en la espalda, con sus ollas en una mano y con sus hijos en la otra”, anotó el Jefe de Estado.
Concluyó diciendo que es vergonzoso que la sociedad haya permitido que esas personas desplazadas hayan llegado hasta los semáforos a pedir limosna.