A PESAR de los contratiempos que ha tenido la economía colombiana durante este año, con una desaceleración en el crecimiento y con una ola de paros que dificultan todas las actividades, la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, es optimista ante el panorama que se dibuja no solo durante este semestre sino a mediano plazo.
Así lo deja entrever su presidente, Sandra Forero, quien descartó de plano que exista una burbuja inmobiliaria en el país y por el contrario, señala que el crecimiento de la demanda se debe a los mejores ingresos de los colombianos.
Frente a la burbuja inmobiliaria, enfatiza que “definitivamente No. El mercado de vivienda responde a una dinámica de formación de precios identificada por factores de oferta y demanda, y en ningún sentido por comportamientos irracionales de los agentes. Por el contrario, las prácticas comerciales del mercado de vivienda nueva en Colombia dan cuenta de un sector robusto y que controla sus riesgos mediante el mecanismo de preventa, con un sector financiero responsable y conservador en las políticas de asignación de crédito y de endeudamiento de los hogares. Hoy, no más de 5% del total de la oferta de vivienda nueva se encuentra terminada, la calidad de la cartera hipotecaria es muy positiva con niveles de morosidad que no superan el 2.5%”.
Previsiones
Frente a lo que pueden ser las previsiones de crecimiento de la construcción para este año, señala que “nuestra previsión de crecimiento para todo el año es de 9,7 %, con un escenario base de 5%, en cuanto al valor agregado de la construcción de edificaciones. Lo anterior fundamentado en la ejecución de obras de los proyectos del programa Mi Casa Ya, las viviendas No VIS con subsidio a la tasa de interés, el Plan Nacional de Infraestructura Educativa y las demás estrategias del Gobierno Nacional en cuanto al desarrollo de proyectos de edificaciones. En términos de ventas, esperamos que el mercado nacional de vivienda nueva alcance un total de 187.285 unidades, correspondiente a una variación de 11,7% anual que sumaría $31,71 billones de inversión en vivienda nueva”.
Respecto a la forma como se ha visto reflejada la devaluación del peso ante el dólar, en las compras del mercado inmobiliario, sostiene que “la tasa de cambio es muy favorable para las personas que ganan en dólares. Hoy un dólar vale alrededor de $2.900, lo que quiere decir que a la hora de pasar sus ingresos de dólares a pesos, estos están aumentando frente a los que tenían hace un año y medio, cuando el dólar estaba por debajo de los $2.000 pesos colombianos. Esto, en términos prácticos, quiere decir que mientras hace un año una casa de $100 millones costaba 55 mil dólares, hoy esa misma casa cuesta aproximadamente 35.000 dólares”.
Aporte de programas
Sobre el aporte de los programas ‘Mi Casa Ya’ y FRECH al sector, manifiesta que “en lo corrido del año, al mes de abril de 2016, las unidades de vivienda comercializadas con valor entre $93 y $231 millones (FRECH contra-cíclico) tuvieron una variación del 19.6% anual en este mismo periodo. Este volumen de unidades vendidas, corresponde a un nivel de inversión por parte de los hogares de $1.2 y $3.6 billones en los programas Mi Casa Ya y FRECH contra-cíclico respectivamente. Es importante destacar, que de acuerdo con las proyecciones realizadas por el Departamento de Estudios Económicos de Camacol, ‘Mi Casa Ya’ tendrá un aporte al crecimiento de 2.2 puntos porcentuales sobre el PIB de edificaciones al cierre del año, de otro lado, la contribución del FRECH contra-cíclico se estima en 0.8 puntos porcentuales adicionales sobre el crecimiento del PIB del sector”.
Respecto al balance de la oferta y demanda en el sector, la dirigente gremial sostuvo que “al cierre de abril, el mercado contaba con 103.556 unidades disponibles para la venta, de las cuales 77.752 eran No VIS y el resto, 25.804 unidades, estaban en el segmento de vivienda social. Por estratos, el 70% de la oferta disponible se encontraba en los estratos 3 (39%) y 4 (31%). Por el lado de la demanda, la inversión de los hogares colombianos en vivienda nueva ascendió a $13.1 billones en el periodo enero-mayo del 2016, lo que se traduce en un incremento de 2.3% respecto a la cifra de 2015”.
El sector inmobiliario pasó de generar 176.000 puestos de trabajo en abril-junio de 2015 a solo 90.000 en marzo-mayo de 2016. Ante esta situación, la presidente de Camacol indica que “la explicación está dada fundamentalmente por la reducción de 51.000 (-26%) plazas de trabajo directo en construcción que se presentó en la ciudad de Bogotá. Eso quiere decir que excluyendo a Bogotá, la ocupación directa en el sector en el resto del país aumentó en 15.000 trabajadores. Sin embargo, la reciente puesta en marcha de las iniciativa de Mi Casa Ya - Ahorradores (VIPA) en la ciudad (7.077 unidades en Bosa) y la aprobación y pronta ejecución de las estrategias en materia de construcción contenidas en el Plan de Distrital Desarrollo, serán fundamentales para revertir esta tendencia e impulsar el aporte del empleo sectorial de la ciudad al país”.
Anif esperaba un crecimiento del sector de 5.9%, pero sólo se observó uno del 5.2%, pero la dirigente gremial es optimista y dice que “para un mayor dinamismo del sector se necesita una buena gestión y estructura de planificación y ordenamiento del suelo, que brinde estabilidad jurídica a la inversión y que tenga elementos de certidumbre en su utilización. Así mismo, es importante una consolidación de un modelo de oferta y demanda de vivienda que permita que todos los hogares de la ciudad puedan tener acceso. Hay que reconocer el esfuerzo que hace el Gobierno Nacional para fortalecer la demanda, con una política que está beneficiando a todos los segmentos de la población, sin embargo la oferta de proyectos recae en buena medida en el ámbito local y para eso, la gestión oportuna del suelo urbanizable debe ser una prioridad”.