Un proyectode ley que podría tener primer debate mañana en la Comisión Séptima del Senado propone que sea el Congreso el que defina el salario mínimo cuando la mesa de concertación para ese fin no se ponga de acuerdo.
El ministro del Trabajo Rafael Pardo ya pidió archivar el proyecto “por razones de inconveniencia”; pero además la idea tampoco ha sido bien recibida por los representantes de los trabajadores y los empresarios.
Se trata del proyecto de ley número 41 de 2011 Senado, “por medio del cual se modifica la ley 278 de 1996, facultando al Senado de la República para fijar el salario mínimo legal y se dictan otras disposiciones”, radicado el pasado 28 de julio por la senadora Alexandra Moreno, del Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (Mira), y acumulado el 11 de octubre con el proyecto de ley número 65 de 2011 Senado, presentado el 10 de agosto por el senador Juan Lozano, presidente del Partido Social de Unidad Nacional (La U).
Al argumentar la propuesta, la legisladora Moreno planteó que “en los últimos nueve años en 6 ocasiones se ha dispuesto el salario mínimo para el siguiente año mediante decreto”.
“Yo eso no lo veo muy viable”, le expresó a EL NUEVO SIGLO el presidente de la Asociación del Sector Automotor y sus Partes (Asopartes), Tulio Zuluaga.
Para el dirigente gremial “poner al Congreso en esta discusión” significaría que “se va a demorar muchísimo” la definición de ese tema; “se pueden demorar hasta meses en definir el salario mínimo”, consideró.
“No le veo mucho sentido”, agregó. “Lo que tenemos que tener es una fórmula para no pararnos de la mesa de negociaciones, para que empresarios y trabajadores se pongan de acuerdo”, explicó; “y trabajar con unos pisos lógicos y unos techos lógicos”.
Una opinión similar le entregó a este Diario el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Tarsicio Mora, quien se declaró “muy preocupado por la forma en que se ha venido desmontando el espíritu de la Constitución del 91”, a lo que se sumaría, dijo, “esta iniciativa que pretende trasladar al Congreso la función de la mesa de concertación”.
Para Mora, lo mejor sería reglamentar la mesa para que la propuesta de los trabajadores tuviera más peso; “que nosotros representemos, por decir algo, el 50 por ciento de la votación y el otro 50 el Gobierno y los patronos”. Pero, señaló, “pasarle la función al congreso sería en la práctica el desmonte de la concertación”.