En parte por la confusión de términos y en parte por el prejuzgamiento de las posiciones contrarias, la crítica a la política antidrogas, como se ha visto en los últimos días, suele cruzarse con el debate sobre legalización o despenalización (que no es lo mismo) del consumo, tráfico o producción de sustancias alucinógenas o insumos para su elaboración. Como dijo el procurador Alejandro Ordóñez, cada una de esas cosas tiene tratamiento diferente.

Hablando específicamente de legalización del consumo de estupefacientes, el senador antioqueño Juan Carlos Vélez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), se opone a cualquier idea de legalizarlo o regularlo: “He sostenido que en los países donde se ha legalizado en consumo de estupefacientes a aumentado el consumo entre los jóvenes y los niños al igual que el número de adictos”.  El legislador anotó que no es cierto que al legalizar la droga se acabe con el narcotráfico: “La legalización, como se plantea, lleva que el consumo se aumente y lógicamente el número de adictos. Y legalizando no vamos a solucionar el problema del narcotráfico”.

Vélez precisó que la prohibición en Colombia no existe, ni tampoco penalización al consumo: “Aquí no hay ni una sola persona en la cárcel. Pero lo que si debemos hacer es prevención. Prevención que no existe en Colombia”, como “una política en ese sentido”.

El expresidente Ernesto Samper, del Partido Liberal, consideró que ya el mundo está entendiendo que se debe pensar en la legalización de la droga, opinó que la sociedad está consciente de que la política actual no es funcional y recalcó que lo que debe hacerse es un esfuerzo para encontrar alternativas que sustituyan el prohibicionismo.

“Yo sostengo que la fumigación aérea de los cultivos ilícitos de debe acabar con la autoridad que me da el haber mantenido esta política. Durante los años de mi Gobierno era fácil fumigar”, dijo el exmandatario.