Ninguno de los tres cargos imputados por un fiscal anticorrupción, ante la juez 59 de garantías, fue aceptado por la exdirectora del CTI, Marilú Méndez Rada.
Estos delitos son por peculado por apropiación a favor de terceros, tráfico de influencias y falsedad en documento público, dentro del proceso que se le adelanta por el escándalo de Fondelibertad.
Según la Fiscalía, Méndez Rada presionó e influyó al entonces director de Fondelibertad, Harlan Henao, para la entrega de dos contratos para la capacitación de los Gaulas del Ejército a empresas de su exesposo Luis Isdrobo.
Las reiteradas presentaciones en las que la exfuncionaria de la Fiscalía señalaba que las empresas de su exmarido contaban con la experiencia necesaria para la capacitación de miembros del Gaula en actividades relacionadas contra el secuestro, serían prueba de ello.
“La adjudicación de los contratos en 2009 y 2010 por un valor superior a los 140 millones de pesos a la empresa Isdrobo Limitada se relaciona principalmente con la influencia de la doctora Marilú Méndez en Fondelibertad”, precisó el fiscal encargado.
En la diligencia judicial también se señaló que la exfuncionaria habría llamado a 15 agentes del CTI con el fin de que dictarán las capacitaciones al Gaula, hecho irregular y que va en contra de todo principio pues en el contrato firmado por Isdrobo este manifestaba que las personas que iban a realizar los cursos eran parte de su empresa.
La exdirectora del CTI podría pagar una condena de 15 años de prisión. La Fiscalía le solicitará al juez que se le cobije con medida de aseguramiento en su domicilio.