Unos 1.500 campesinos que viven en aldeas ubicadas en las faldas del volcán San Cristóbal, 135 km al noroeste de Managua, se niegan a dejar sus viviendas pese a que las autoridades pidieron evacuar la zona debido a que el coloso registró este miércoles explosiones moderadas de gases, arena y cenizas, informaron diversas fuentes.
"La gente no ha evacuado porque no nos queremos ir y dejar las cosas abandonadas", declaró a la AFP María Pereira, quien vive en una comunidad llamada "Grecia 4", de unos 600 habitantes, al pie del volcán, ubicado en el departamento de Chinandega.
Según la mujer, las primeras columnas de ceniza "bañaron de blanco los árboles, casas y las carreteras"; en la mañana "cayó bastante arena" y temprano en la tarde la actividad disminuyó. Hacia el anochecer el volcán volvió a expulsar altas columnas de cenizas.
En la comunidad de Belén, cerca del coloso, los campesinos tampoco quisieron dejar sus casas, a pesar de que varios efectivos de Defensa Civil intentaron persuadirlos, constató un periodista de la AFP.
El gobierno declaró este miércoles alerta amarilla y la evacuación preventiva de unas 300 familias -unas 1.500 personas- que viven en las faldas del volcán, luego de que la noche del martes entró en actividad con emanaciones de gases y cenizas que este miércoles alcanzaron los 2.500 metros de altura.
"Tenemos familias que se han autoevacuado. Nos quedan todavía como 200 familias sin evacuar", admitió esta noche la primera dama Rosario Murillo, sin precisar cuántos dejaron la zona riesgo ni dónde están albergados.
Al reiterar el pedido de evacuación, Murillo, portavoz del gobierno, afirmó que "la situación del volcán es inestable".
Unas "35 personas que trabajan en una hacienda cerca del cráter se fueron a casas de familiares", confirmó a la AFP Moisés Espinoza, oficial de turno del Cuerpo de Bomberos de la cabecera departamental de Chinandega, ubicada a 20 km del volcán.
Unos 140 efectivos de Defensa Civil recorren la zona para "persuadir" a los campesinos de alejarse de la zona, dijo a la prensa el subjefe de esa entidad, coronel Néstor Solís.
Las cenizas afectaron a seis de los 13 municipios de Chinandega, entre ellos los puertos de Corinto y Morazán, informó el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
Según el Ineter, las explosiones registradas la noche del martes fueron causadas "por un aumento de presión en el sistema volcánico". "No nos alarman, ya estamos acostumbrados", alegó la campesina Pereira.
Aeronáutica civil pidió a la aviación nacional e internacional no sobrevolar la zona del volcán -de 1.745 metros de altura- y desviar sus rutas por el Golfo de Fonseca, en el Océano Pacífico.
Guillermo González, director de Sinapred -que abarca a todos los cuerpos de asistencia y socorro- señaló que fueron activados los comités locales y se abrieron dos albergues en las localidades de Belén y Chichigalpa.
La policía anunció planes de apoyo. Las autoridades de salud analizarán si las aguas no están contaminadas por las cenizas.
El San Cristóbal es el pico más alto de la cadena volcánica de Nicaragua. En septiembre registró explosiones que lanzaron gases y cenizas a cinco kilómetros de altura.