El Parlamento israelí votó su disolución la noche del lunes al martes y convocó tal como estaba previsto elecciones legislativas anticipadas el próximo 22 de enero, con el primer ministro Benjamin Netanyahu como gran favorito en un contexto de tensiones regionales.
La disolución del Parlamento fue adoptada en lectura preliminar por 99 de los 120 disputados de Knesset, en segunda lectura por 99 votos contra uno y se hizo efectiva en tercera y última lectura por 100 votos a favor y ninguno en contra, se precisó de fuente oficial.
El primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu, jefe del partido derechista Likud, parece de lejos el mejor colocado para dirigir la próxima coalición gubernamental frente a una oposición que sigue fragmentada.
La consulta electoral tendrá lugar el martes 22 de enero de acuerdo con el deseo del primer ministro, que quiere una campaña breve. La legislatura actual, 18ª de la historia de Israel, debía concluir normalmente en octubre de 2013.
"Solicito a la Cámara la celebración de elecciones el martes 22 de enero de 2013", dijo Netanyahu en la tribuna del Parlamento, una fecha aprobada el domingo por su gabinete.
"En menos de cien días, el pueblo de Israel decidirá quién lo dirigirá ante los mayores retos que hemos conocido en términos de seguridad desde la fundación del Estado, y quién lo conducirá frente a la peor crisis económica que el mundo ha conocido desde hace 80 años", declaró.
Netanyahu se ha presentado como el único garante de la seguridad de Israel frente a Irán, a los "cambios radicales" regionales y a la crisis económica mundial.
"Quien minimiza el peligro que un Irán nuclear plantea a Israel no merece dirigir el país ni un solo día", manifestó a los diputados. "Tenemos hoy las capacidades para actuar contra Irán y sus satélites, capacidades que antes no teníamos", advirtió el primer ministro sin más comentarios.
- Primer golpe de efecto -
Netanyahu justificó su decisión de adelantar la fecha de las elecciones porque con su mayoría actual no está en condiciones de conseguir la adopción de un proyecto de presupuesto de austeridad para 2013.
Según sondeos publicados antes del fin de semana, la poderosa coalición derechista formada por el Likud con movimientos religiosos y ultranacionalistas, que suma 66 diputados, ha aumentado su ventaja respecto a los partidos de oposición de centro, izquierda y árabes. Un sondeo del diario Haaretz le otorga 68 escaños contra 52 a la oposición.