El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anuló una reunión del gabinete de seguridad prevista para este miércoles tras "filtraciones" a la prensa de disensiones sobre Irán, anunció un comunicado de su oficina.
"El primer ministro anunció que la continuación (el miércoles) de las discusiones en el seno del gabinete de seguridad quedaban aplazadas", precisó el comunicado.
"Poco después del final de la reunión del martes, se produjo algo muy grave: una filtración sobre las discusiones del gabinete de seguridad. La seguridad del Estado y de los ciudadanos dependen de la capacidad de entablar discusiones confidenciales en profundidad en el seno del gabinete de seguridad, donde se exponen todos los hechos, así como todas las opiniones e implicaciones", según el texto.
Durante esta reunión, los jefes de las agencias de inteligencia israelíes presentaron su informe anual, centrado especialmente en el controvertido programa nuclear de Irán.
El enfado de Netanyahu se centra sobre todo en el diario Yediot Aharonot, que este miércoles tituló en portada: "Desacuerdos sobre Irán entre los servicios de seguridad", e informó de que "los ministros del gabinete de seguridad se llevaron ayer la sorpresa de descubrir que los distintos servicios de seguridad están en desacuerdo sobre la cuestión de Irán".
Una de las divergencias versa sobre la magnitud de los daños que Israel podría infligir en caso de producirse un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes, añadió el diario.
"Escuchamos informaciones detalladas y muy inquietantes sobre los progresos del programa nuclear iraní. Los iraníes están inmersos en una carrera hacia la bomba y parece que nada puede detenerles", afirmó una fuente no identificada "que participó en la reunión", según el diario.
Los ministros también presentaron una lista de nuevas sanciones "paralizantes" contra Teherán, como un embargo comercial o la prohibición de vuelos hacia Irán, según el Yediot Aharonot.
En Israel reina un clima de inquietud y de rumores, alimentado por las declaraciones de responsables políticos y de analistas, sobre la posibilidad de una operación militar israelí contra Irán, con o sin asistencia de Estados Unidos.
La comunidad internacional sospecha que Irán trata de dotarse de la bomba atómica bajo la apariencia de un programa civil, lo que Teherán niega categóricamente.