Nestlé retira productos por carne de caballo | El Nuevo Siglo
Martes, 19 de Febrero de 2013

Los gigantes mundiales del sector agroalimentario, como el suizo Nestlé o el brasileño JBS, retiraron del mercado varios productos precocinados a causa del escándalo provocado por el uso fraudulento de carne de caballo en lugar de carne vacuna, que afecta a cada vez más países europeos.

JBS, líder mundial del procesamiento de carne bovina. anunció la madrugada del martes la suspensión de la comercialización de carne europea y aclaró que no tiene ningún tipo de implicación en ese fraude.

La sociedad belga JBS Toledo, filial europea de JBS, "no comercializará más productos europeos hasta que se restablezca la confianza en la seguridad del sistema de aprovisionamiento", precisó la firma en un comunicado colgado en su sitio internet.

Nestlé, número uno de la alimentación mundial, había anunciado poco antes el retiro de los puntos de venta en España e Italia, que hasta ahora se habían mantenido al margen del escándalo, de dos de sus marcas de platos precocinados con carne bovina: Buitoni Beef Ravioli y Beef Tortellini.

Eso se debió a la detección de rastros de ADN de caballo en dos productos de vacuno suministrados por H.J Schypke, una proveedora alemana de JBS Toledo NV, según precisó Nestlé.

Pero JBS precisa en su comunicado que Schypke "no pertenece a su grupo económico ni mantiene ninguna relación empresarial u operativa con la compañía".

La empresa brasileña subraya que, en el caso mencionado, "todo el proceso operativo y logístico fue llevado a cabo por el productor alemán, que enviaba el producto directamente al cliente final".

Nestlé también retirará del mercado un plato de lasañas congeladas destinadas a las industrias de la restauración, Lasagnes à la Bolognaise Gourmandes, producido en Francia, indicó la compañía, especificando que la proporción de carne de caballo detectada en los productos detectados es superior al 1%.

Sin riesgos para la salud

Nestlé insistió en que "la seguridad alimentaria no está en entredicho, pero el mal etiquetado de productos hace que no cumplan los requisitos más estrictos que los consumidores esperan de nosotros".

E indicó que aplica nuevos tests para detectar rastros de carne de caballo en sus centros de producción en Europa.

Una firma líder del sector de la distribución, la alemana Lidl, reveló por su lado haber retirado platos con carne equina en Suecia, Finlandia, Dinamarca y Bélgica.

Los 27 países de la Unión Europea (UE) se pusieron de acuerdo el viernes para realizar unos 2.250 tests a la carne, de 10 a 150 por país.

Hasta ahora, las autoridades afirman que no hay riesgos para la salud a raíz de este escándalo, que afecta ya a una decena de países europeos.

El gobierno francés, en contraste con esas medidas preventivas, autorizó el lunes a la empresa Spanghero, sobre la que pesan sospechas de hallarse en el centro del escándalo, a reanudar una parte de su actividad, que había sido totalmente bloqueada el jueves.

Después de analizar la mayoría de las carnes almacenadas en su fábrica del sur de Francia, las autoridades decidieron que Spanghero puede reanudar la producción de carne molida, salchichas y platos cocinados, indicó el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll.

En cambio, se mantiene la prohibición sobre el almacenamiento de materias primas congeladas, el sector eje del escándalo.

Las autoridades franceses siguen prohibiendo pues a la empresa ejercer como negociante de carne a raíz de las sospechas de cambio de etiquetas. El ministerio de Agricultura confirmó el lunes que "se habían modificado etiquetas sanitarias". Los resultados completos de la investigación sobre la empresa se comunicarán el viernes.

Spanghero compró unas 750 toneladas de carne de caballo, 550 toneladas de las cuales se usaron para fabricar unos 4,5 millones de platos fraudulentos vendidos a 28 empresas en trece países europeos.

AFP.