El beneficio del gigante suizo de la alimentación Nestlé se contrajo en 2013 debido a los costes de la reestructuración y al impacto del tipo de cambio, y espera que 2014 sea también un año difícil, anunció este jueves.
El beneficio neto de 2013 fue de 10.000 millones de francos suizos (8.100 millones de euros), un 2% menos que en el ejercicio anterior.
En cambio, el volumen de negocio creció 2,7% a 92.200 millones de francos suizos, dijo Nestlé en un comunicado, precisando que el impacto negativo de la tasa de cambio fue del 3,7%.
Su crecimiento orgánico, que refleja los resultados sin contar las compras y los efectos del cambio, fue del 4,6%. El crecimiento interno real, que mide la progresión de los volúmenes, también aumentó un 3,1%, según la empresa.
"El contexto macroeconómico de 2013 fue un crecimiento débil, mínimo en los países desarrollados y por debajo de los niveles recientes en los mercados emergentes", declaró Paul Bulcke, su director general, citado en el comunicado.
El crecimiento del grupo, conocido por sus alimentos para bebé y sus cápsulas de café Nespresso, se desaceleró con relación a 2012, tanto en los países desarrollados, donde ha llegado al 1% con unas ventas de 51.400 millones de francos suizos, como en los países emergentes, con un 9,3% a 40.800 millones de francos suizos.
"El año pasado fue un año difícil y 2014 corre el riesgo de serlo también", dijo Bulcke.
Para 2014, el grupo prevé resultados parecidos a los de 2013.
El grupo, cuyo objetivo de crecimiento orgánico está entre el 5% y el 6%, según plasma su famoso "modelo Nestlé", espera crecer este año 5%.
El consejo de administración propondrá a sus accionistas un dividendo de 2,15 francos suizos por título, contra 2,05 francos suizos el año pasado.
Jean Philippe Bertschy, analista de Vontobel, considera que este dividendo es "decepcionante" pues sólo ha aumentado un 5% pese a que los beneficios por acción subieron 11%.
Los inversores tampoco están contentos en lo que respecta a la venta de sus acciones. El martes, el grupo anunció que iba a comprar una paquete de acciones con las ganancias obtenidas tras reducir su participación en el grupo de cosmética francés L'Oréal.
Pero los accionistas tendrán que esperar a que Nestlé se haya embolsado las ganancias para poder vender sus acciones.