Por Vidal Romero
Periodista de EL Nuevo Siglo
El expedicionario manizaleño, Nelson Cardona, recordado por ser uno de los pocos colombianos que han llegado a la cima de las montañas más altas del mundo a pesar de no tener una extremidad, buscará junto a otros 11 expedicionarios coronar el monte Elbrus, el punto más elevado de Europa.
Cardona, quien en una expedición perdió la movilidad de una pierna y posteriormente pidió que se la amputaran para continuar escalando, empezará el próximo 17 de agosto la aventura de colgar de nuevo la bandera tricolor en una de las montañas más altas del mundo.
Ascender este monte hace parte del proyecto Siete cumbres de epopeya sin límites, organizado por la firma de montañistas y consultores empresariales Epopeya, y tiene como objetivo convertir a Cardona en el primer latinoamericano con discapacidad en conquistar las montañas con mayor altimetría de los cinco continentes y los dos polos.
El Nuevo Siglo habló con él acerca de esta nueva experiencia que tendrá en Rusia y sobre algunas dificultades que se asumen, tanto mentales como físicas, en este tipo de competencias.
El Nuevo Siglo:¿cómo se siente para afrontar este nuevo reto?
Nelson Cardona: Es una nueva oportunidad de comenzar una epopeya. Además es un nuevo reto para mí porque en estado de discapacidad no es fácil ascender esas grandes cimas. Pero pienso que lo más importante es que estamos llevando un mensaje al país y al mundo entero de hasta dónde podemos llegar los colombianos en una situación de trabajo bajo presión.
ENS: ¿Qué busca demostrar al realizar estas travesías?
NC: El pasado 22 de febrero el presidente de la República, Juan Manuel Santos, en la Casa de Nariño nos entregó la bandera de Colombia y nos dijo que debíamos llevar esa bandera a todos los lugares del mundo y que Nelson Cardona debe llevarla porque estamos en un país que se debate bajo presión todos los días. Y desde ese punto afrontamos este nuevo reto.
ENS: ¿Qué es lo más difícil de ascender en su condición?
NC:Es muy difícil. Las personas que han intentado ascender han tenido más amputaciones en las piernas porque con el sistema de prótesis uno debe tomar unas medidas de precaución diferentes a las de todos los demás. En la parte técnica debía utilizar un sistema que no me llevara al congelamiento y gracias a un poco de malicia indígena lo logré.
ENS:¿Cuáles son esas medidas?
NC:Envolví la prótesis en un papel metálico que cumple la función de calentar el sistema y por encima una cinta para que no se enfríe la parte de la pierna que es bastante susceptible. Eso lo hice en El Himalaya y cuando me di cuenta de que funcionó, buscamos ascender, junto a mis compañeros El Kilimanjaro y de ahí en adelante enfilamos baterías hacia el resto de montes.
ENS: ¿De qué depende llegar a la cima de la montaña, es mental o ella lo decide?
NC:Es de todo un poco. Las montañas yo las defino como las mujeres: todas son hermosas pero tienen personalidades diferentes. Y por muy pequeñas que sean, te van a provocar tormentas y malos momentos. Pero considero que es un 70-30: La primera parte es el cerebro y la restante es física.
La montaña se puede cerrar y no dejar subir, o se puede abrir y mostrar el mejor de sus vestidos en una mañana o en una noche de gala como las mujeres más bellas del mundo.
ENS: ¿Qué piensa cuando está cerca de la cima?
NC:Después de los 5 mil metros se comienza a sentir la presión y da malestar general, así que es el cuerpo contra la mente. Es un combate a muerte con uno mismo y se piensa en hasta dónde puedo llegar. Es un compartir entre el hombre y la naturaleza, que se trata de aprender cada vez más de sí mismo y de los compañeros.
ENS: ¿Qué sigue para Nelson Cardona tras el Monte Elbrus?
NC:Lo primero es repetir el Monte McKinley en Estados Unidos porque la primera vez que lo intenté me faltó un poco de experiencia y con mis compañeros nos precipitamos a ascender, lo que no funcionó porque las condiciones de clima no nos permitieron llegar, y pienso que esta vez lo haremos siendo la sexta montaña.
Y creo que a principios del próximo año estaremos yendo rumbo a Oceanía con la expedición para buscar la punta de la Pirámide de Carstensz, que es el monte más alto de Oceanía y con el que conseguiríamos el objetivo de lograr las siete cumbres más altas del mundo.