Las grandes potencias occidentales e Irán aún están lejos de lograr un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán, a ocho semanas de vencerse el plazo para conseguirlo, admitieron este viernes altos funcionarios diplomáticos al termino de una semana de tratativas en Nueva York.
Representantes del llamado grupo 5+1 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China, Francia y Alemania) e Irán, sostuvieron numerosas reuniones multilaterales y bilaterales al margen de la asamblea anual de Naciones Unidas, sin conseguir avances significativos.
En julio el grupo 5+1 e Irán habían acordado extender hasta el próximo 24 de noviembre la fecha límite para obtener un acuerdo definitivo.
"Tenemos unas ocho semanas más (...) eso no es una cantidad asombrosa de tiempo (...), las diferencias siguen siendo amplias", manfiestó un alto funcionario estadounidense a la prensa, al concluir esta reunión iniciada el 18 de septiembre entre delegados de Irán y del grupo 5+1.
Todos los equipos negociadores "están volviendo a nuestras capitales" y esperan "asimilar" lo que ha pasado antes de definir una fecha para una nueva reunión, señaló el funcionario estadounidense que pidió mantener el anonimato.
Al hablar este viernes con periodistas que cubrían la asamblea de la ONU el presidente iraní, Hasan Rohani, subrayó que "el tiempo que resta para alcanzar un acuerdo es extremadamente corto".
"El progreso de los últimos días ha sido extremadamente bajo", admitió Rohani, quien agregó que "debe haber un ritmo más rápido para avanzar".
Por su parte el canciller francés Laurent Fabius también señaló que las negociaciones "no tienen avances significativos".
Fabius mencionó dos de los temas que aún dificultan el acuerdo: el reactor de Arak, a unos 240 km de Teherán, cuyo propósito según el gobierno iraní es obtener substancias radioactivas para ser usadas con fines médicos, y el número total de centrifugadoras de que dispone Irán.
Estos equipos permiten obtener el uranio enriquecido y un numero considerable de ellos es necesario para poder obtener uranio suceptible de ser usado con fines bélicos.
"Tenemos que discutir sobre el reactor de Arak, (y) las centrifugadoras, porque si Irán renuncia a dirigirse hacia el arma atómica no tiene necesidad de tener un número inconmensurable de centrifugadoras", explicó Fabius al referirse a estos temas sensibles.
Teherán mantiene su interes de multiplicar por diez su capacidad actual de enriquecimiento de uranio, mientras las potencias occidentales le han pedido que reduzca el número de centrifugadoras a unas 4.000 de las 19.000 que posee (9.000 de ellas activas).
En un intento por destrabar las negociaciones el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunió este viernes por segundo día consecutivo con su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif.
El encuentro se desarrolló en un gran hotel de Nueva York bajo los auspicios de Catherine Ashton, la alta representante de la UE, que encabeza el conjunto de las negociaciones cuyo plazo concluye el próximo 24 de noviembre.
"Aún tenemos la ferviente esperanza de que (...) en las próximas semanas (se pueda) alcanzar un acuerdo que sería benéfico para todo el mundo", dijo Kerry antes de esta nueva reunión.
Por su parte el canciller ruso Sergei Lavrov, se declaró "cautelosamente optimista" subrayando que buena parte que conformaría el texto final de un acuerdo ya ha sido concluido, aunque también admitió que las partes por negociar "son las más complicadas".