Negociaciones de programa nuclear iraní, mañana | El Nuevo Siglo
Domingo, 15 de Junio de 2014

Los negociadores de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní vuelven a sentarse el lunes a hablar en Viena con la ardua tarea de aproximar posturas muy discrepantes entre Irán y las grandes potencias y con la fecha límite para alcanzar un acuerdo acercándose.

El avance de los yihadistas en Irak, que preocupa directamente a Irán y a Estados Unidos por las alianzas con Bagdad, añade una incógnita más a esta compleja ecuación, ya que Washington y Teherán, sin relaciones oficiales desde hace 34 años, no excluyen cooperar para ayudar a Irak.

La representante de la diplomacia europea Catherine Ashton, que dirige las conversaciones entre Teherán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania), debe reunirse durante el día con el jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Javad Zarif.

El objetivo es lograr que se haga transparencia sobre el programa nuclear de Teherán y limitarlo para garantizar su carácter pacífico, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.

Las partes se han dado hasta el 20 de julio para llegar a un acuerdo y para ello se han estado reuniendo durante todo el año. Si lo consiguen podría ser el fin de una década de peligrosas tensiones sobre este asunto.

En noviembre se llegó a un acuerdo provisional y desde entonces ambas partes han lanzado mensajes esperanzadores.

En la última sesión de las negociaciones, en mayo, estaba previsto que comenzaran a redactar un borrador del acuerdo, pero no se avanzó lo suficiente, por lo que la situación es frágil.

"Todavía hay mucho trabajo", dijo un día antes de la reunión de Viena una fuente diplomática occidental. "En los temas más importantes ni siquiera se atisba la solución", señaló.

El principal punto de discordia sigue siendo el enriquecimiento de uranio en centrifugadoras, que permite a partir de cierto punto fabricar el combustible para una bomba atómica.

El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, pidió esta semana que Irán reduzca el número de centrifugadoras de las 20.000 que tiene actualmente a "algunos centenares".

Sin embargo la república islámica pretende aumentar su número para alimentar reactores que producen energía nuclear para el uso civil.

Pero hasta que consiga instalar estos reactores podrían pasar años e incluso décadas, según dicen los países occidentales, que creen que Irán quiere enriquecer uranio para con fines militares, cosa que Teherán ha negado siempre.

"Cualquier acuerdo con Irán debe exigir el desmantelamiento sustancial de las infraestructuras nucleares iraníes", advirtió el jueves el senador demócrata norteamericano Robert Mendez, jefe de la comisión de Exteriores del Senado

Si no consiguieran alcanzar el acuerdo antes del 20 de julio, las partes se han dado un plazo de seis meses.

Pero esta segunda opción es peligrosa. En Estados Unidos Barack Obama deberá consultar con el próximo congreso que se renovará en noviembre y seguramente será todavía más reacio a un acuerdo con Teherán.

Mientras que en Irán, el presidente Rohani también es presionado por la fracción más conservadora del régimen, a la que le preocupa el futuro del programa nuclear.

Todavía queda por ver qué efecto tendrá la nueva crisis iraquí en las negociaciones. La fulgurante progresión de los yihadistas sunitas en Irak abre una perspectiva de cooperación de Irán con Estados Unidos.

Washington dijo que todavía no había habido ningún contacto al respecto y pidió que la concentración se centrara en el programa nuclear.