El presidente iraní, Hasan Rohani, afirmó el lunes que Irán estaba "dispuesto" a negociar un acuerdo global con las potencias sobre su polémico programa nuclear, una semana antes de una nueva ronda de negociaciones en Viena que se anuncia difícil.
"Irán está dispuesto a entablar negociaciones con el grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) para alcanzar un acuerdo global y definitivo", declaró Rohani en un discurso retransmitido por la televisión estatal.
Poco antes, los negociadores iraníes recordaron las "líneas rojas" de Irán, que incluyen el rechazo al cierre de cualquier sitio nuclear y la negativa a que se discutan temas de defensa.
Las negociaciones entre el 5+1 (los países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania) e Irán se reinician el 18 y 19 de febrero en Viena.
Los países occidentales e Israel sospechan que Irán quiere fabricar la bomba atómica. El gobierno iraní dice que su programa nuclear tiene un objetivo exclusivamente civil y pacífico.
"Somos serios en este tema, como lo éramos en los primeros pasos" de la negociación, agregó Rohani, refiriéndose al acuerdo de seis meses firmado en noviembre pasado en Ginebra.
Irán aceptó detener durante seis meses algunas actividades nucleares, en particular el enriquecimiento de uranio a 20%, a cambio de una suspensión parcial de las sanciones económicas.
El domingo pasado, en negociaciones paralelas con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Irán aceptó que se evoque la posible dimensión militar de su programa nuclear y aportar información sobre el desarrollo de detonadores susceptibles de ser utilizados en la fabricación de una bomba nuclear.
Como en las negociaciones precedentes, "no permitiremos que se traten las cuestiones de defensa que constituyen nuestra línea roja", afirmó Abbas Araghchi, viceministro de Relaciones Exteriores y jefe del equipo negociador iraní.
Recientemente, la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, dijo que el programa balístico de Irán debía ser discutido en Viena.
El programa balístico iraní preocupa a los países occidentales, en particular los misiles de un alcance de 2.000 km capaces de alcanzar Israel.
Justamente, este lunes, en la víspera del 35º aniversario de la victoria de la revolución islámica, Irán "probó con éxito" dos nuevos misiles.
"La nueva generación de misiles balísticos de fragmentación y el misil Bina tierra-tierra y aire-tierra guiado por láser fueron probados con éxito", afirmó el ministro iraní de Defensa Hosein Dehgan, citado por la agencia de prensa oficial IRNA.
Wendy Sherman estimó además que Irán no necesitaba el reactor de agua pesada de Arak, en construcción, o del sitio subterráneo de enriquecimiento de uranio de Fordo.
Un negociador iraní, Majid Takhte Ravanchi, reiteró el lunes que Irán no aceptará el cierre de "ninguno de sus sitios nucleares".
En cambio, Irán estaría dispuesto a modificar los planes del reactor de Arak, para limitar la producción de plutonio.
El jefe de la Organización iraní de Energía Atómica (OIEA), Ali Akbar Salehi, descartó por su parte que Irán abandone el enriquecimiento a 20%.
El guía supremo, el ayatolá Jamenei, que tiene la última palabra en el tema nuclear, dijo que "no había que abandonar el derecho a enriquecer a 20% pues se trata de un derecho del país", agregó Salehi.
Las próximas negociaciones serán "difíciles", debido principalmente a la "ausencia de confianza" en Estados Unidos, advirtió el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif.
Sin embargo, el analista Mohammad Ali Shabani estimó en Teherán que el avance registrado el domingo en la AIEA puede servir al grupo 5+1.
"Es un buen indicador de la seriedad de Irán en la búsqueda de una solución política porque muestra que está dispuesto a responder a todas las preguntas pendientes", dijo Shabani a la AFP.
Sin embargo, Shabani dijo que no había que "exagerar la importancia de ese acuerdo" más allá de que "permite al grupo 5+1 vender más fácilmente las negociaciones a un auditorio escéptico".