Los 'grandes' del fútbol uruguayo y campeones históricos de la Copa Libertadores de América, Nacional y Peñarol, culminaron un penoso andar por el torneo con apenas una victoria del aurinegro y sin triunfos de los tricolores, que terminaron como el peor equipo del evento.

Peñarol -que conquistó en 1987 el último de cinco títulos en la Libertadores- terminó penúltimo en el Grupo 8 con apenas una victoria y su archirrival -tricampeón de la Copa- cerró la llave 6 con un punto.

Dirigidos por el experimentado Jorge Fossati, exentrenador de la selección uruguaya, los carboneros deambularon por la Copa sin llegar a definir un equipo titular en un plantel plagado de jugadores mayores de 30 años.

"Sin duda ni Peñarol ni Nacional esperaban una participación tan deficiente, pero más allá de esto el fútbol uruguayo hace dos años demostró que puede llegar a finales y estar peleando un torneo continental", dijo a la AFP Pablo Forlán, campeón de la Libertadores y la Copa Intercontinental con el equipo carbonero en 1966, refiriéndose al campeonato obtenido por Peñarol en 2011 cuando cayó en la final ante el Santos de Neymar.

Pese al nefasto presente de Nacional y Peñarol, el exjugador consideró que "si se hacen bien las cosas y se cree que se puede llegar, como pasó con la selección en el Mundial Sudáfrica-2010", cuando la Celeste sorprendió alcanzando el cuarto puesto con su hijo Diego Forlán como figura de la Copa del Mundo, "se puede alcanzar un título, eso es seguro".

La visión optimista de Forlán contrasta con el presente carbonero que no logró imponer el peso de su historia ante Deportivo Anzoátegui de Venezuela, un club sin experiencia copera y con apenas 11 años de vida, ante el cual sumó dos empates.

Superados ampliamente por el mexicano Santos Laguna, que los venció en Montevideo 2-0 y los goleó en tierra azteca 4-1 y con una victoria por lado ante el argentino Arsenal, el equipo quedó eliminado antes de su último partido echando por tierra una vez más la esperanza de llegar a definir la Copa.

En la vereda de enfrente, Nacional arrancó la Copa dispuesto a pelear la clasificación en uno de los grupos más complicados del torneo de la mano de Gerardo Pelusso -exentrenador de la selección de Paraguay- y con el goleador Iván Alonso como principal figura.

Pero la potencia de Gremio de Brasil, el oportunismo de Atlético Nacional de Colombia - único equipo de la llave que cedió un punto ante los tricolores- fue demasiado para los dirigidos por Pelusso.

Sin embargo el momento más duro del torneo para los dirigidos por Pelusso llegó en los enfrentamientos ante Newell's Old Boys de Argentina, que en el partido de ida lo aplastó por 4-0, dándole una lección de fútbol.

Para Santiago Ostolaza, ídolo del club y figura del último título tricolor en la Libertadores y la Copa Intercontinental en 1988, el traspié de su exequipo en el torneo es "difícil de explicar estando lejos de ese plantel, no se dieron los resultados y la motivación suele bajar con esa situación".

El mal momento de los dos 'grandes' "es una circunstancia, pero Defensor Sporting está haciendo una buena campaña en la Libertadores y los equipos están trabajando bien en el tema económico por eso no siento que refleje el lugar del fútbol uruguayo", agregó el actual entrenador de la selección Sub-17 de Uruguay.

"Los jugadores se van muy jóvenes de Uruguay y cuando se hace un grupo los integrantes no se conocen bien, eso es una de las fallas a superar para ganar una Copa", pero "sigo confiando en que en cualquier momento un equipo uruguayo puede dar la sorpresa y ganar la Libertadores", añadió el "Vasco".

Con la rápida eliminación de Nacional y Peñarol, el fútbol "charrúa" depositará sus esperanzas en Defensor Sporting, que terminó primero de su llave y enfrentará en octavos de final a The Strongest de Bolivia.