Carlos Fernando Vargas, médico de la clínica Leticia, quien ha estado en primera línea atendiendo los pacientes de Covid 19, y a quien le encanta los perros cuenta la historia de una mascota que acaba de ser adoptada por él, lo llevó a donde su antiguo dueño quien lo había abandonado.
El doctor Vargas, oriundo de Bogotá, ya tiene en la actualidad 5 perros adoptados en su residencia en la capital de la república, y uno de ellos recientemente lo traslado de Leticia a su ciudad natal donde reside su familia.
Sin embargo, al regresar a Leticia, donde trabaja como médico, le apareció otra mascota que llegó de repente a las puertas de la clínica. Al equiparar esta historia con la ocurrida en México, donde un perro, se instaló en las puertas de un centro de Salud a la espera de que su amo, quien murió de Covid salga con vida.
Vargas explicó, “un día íbamos caminando por la calle, y de pronto (su nueva mascota) desvió el camino y con gran determinación y caminando apresurado, se metió a un taller en la mitad de la calle, por supuesto lo seguí, y lo encontré sentado mirando a dos mecánicos, que no habían advertido su presencia”.
Al ver esto, él profesional de la Salud se acercó a los mecánicos y les pregunto, “¿perdón los señores conocen a este perrito?, entonces un eufórico mecánico, parcialmente desdentado y con aspecto de dejadez le dijo, “Quiubo Guilson””
Pero para Carlos Fernando Vargas, este hecho significó para él que el nuevo amigo sólo le quería presentar a su antiguo amo que lo dejo en la calle, porque se trasteo y no tenía como ubicar a Guilson.
Y señaló, “vive frente a la clínica, pero no puedo llevarlo a Bogotá, ya que no tengo más cupo”. Sin embargo el médico Vargas espera pronto encontrar un hogar a Zulú, como se llama hoy.