Más de 100 vehículos sufrieron daños. Los más afectados fueron los residentes de Soacha, Chía y Zipaquirá

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El paro de los transportadores informales, promovido a través de las redes sociales, dejó algunos actos de vandalismo que dejaron dañados un centenar de vehículos, más los que fueron pinchados e interrupciones aisladas en algunas vías, la suspensión de clases en varios colegios oficiales y grandes afectaciones al servicio en los municipios cercanos a Bogotá.

En la capital de la República se presentaron algunos hechos que rápidamente fueron atendidos por la Policía, como ataques con piedras a automotores de servicio público, entre ellos unos 20 buses de Transmilenio, al sur, y pinchazos por tachuelas, al norte, en la terminal de la 170 y bloqueos en otras estaciones.

Las autoridades, desde muy temprano iniciaron monitoreos exhaustivos a las vías, con el fin de evitar cualquier bloqueo de las vías, teniendo en cuenta que se presentaron algunas escaramuzas.

De acuerdo con un informe preliminar no menos de 100 vehículos fueron vandalizados, cuatro personas resultaron heridas y se registró una captura en Bogotá.

El secretario de Movilidad de Bogotá, Juan Pablo Bocarejo, aseguró que la protesta que se adelantó, era especialmente de conductores de transporte intermunicipal.

“De manera específica se registró una marcha que comenzó desde el sector Guacamayas en Usme, hasta el portal 20 de Julio y ocurrieron bloqueos esporádicos en la avenida Suba”, indicó Bocarejo.

El funcionario también indicó que la falta de transporte intermunicipal, sobre todo en Soacha, complicó la movilidad.

“La entidad respeta el derecho a manifestarse de manera pacífica, pero rechaza cualquier tipo de violencia y acciones que afecten el buen funcionamiento del Sistema”, señaló, a su vez, Transmilenio en su cuenta de Twitter.

Por cuenta de los articulados pinchados en troncal Norte, se dejó de atender temporalmente las estaciones: Calle 142, Calle 146, Mazurén, Calle 161 y Toberín, en sentido sur - norte.

“Otro aspecto anormal tuvo que ver con la disminución importante de rutas intermunicipales, especialmente de la zona de Soacha tenemos un flujo mucho menor de rutas que esperamos se normalice en las próximas horas”, se informó por parte de las autoridades capitalinas.

En el sector de Yomasa unas 100 personas adelantaron un bloqueo por la falta de transporte. Al respecto, el director de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional, general Carlos Rodríguez, indicó que “el Esmad inmediatamente procedió y se volvió a la normalidad en esta jurisdicción”.

El anuncio del paro transportador tomó fuerza este fin de semana cuando unos sectores del gremio hicieron el anuncio a través de unos audios de WhatsApp intimidando al transporte particular y público que saliera a prestar el servicio.

La protesta es desarrollada por un grupo de conductores que rechazan la medida que determina la suspensión de licencias de conducción por dos comparendos acumulados en el término de seis meses. Hay que precisar que dicha medida está vigente desde el año 2002 en el Código Nacional de Tránsito.

La Alcaldía de Soacha confirmó a través de sus secretarías de Educación y de Cultura la suspensión de clases en el municipio para todas las instituciones educativas públicas por el paro nacional de conductores.

“Con el fin de garantizar la seguridad de nuestros estudiantes, se ha tomado la decisión de suspender las clases en los colegios oficiales a raíz del paro transportador anunciado para este lunes 23 de septiembre de 2019”, indicó la Alcaldía en una breve comunicación compartida por Twitter.

La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, rechazó los hechos de violencia que se presentaron a causa del paro de transportadores informales en Bogotá. Reiteró que son protestas ilegítimas.

“Como representante del presidente Iván Duque en el ejercicio de funciones presidenciales, rechazo enfáticamente los hechos de violencia que se han presentado (...) frente a unas supuestas protestas de toda índole ilegitimas por unas decisiones en materia de autoridad de transporte. No puede ser posible que vándalos quemen los buses y atenten contra la movilidad de Bogotá y sus alrededores por el cumplimento de la ley”, dijo Gutiérrez.

También la Superintendencia de Transporte indicó que está trabajando conjuntamente con la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía, así como con las Secretarías de Movilidad de los municipios de Cundinamarca, para identificar a las empresas, a los conductores y otros sujetos responsables de la afectación al servicio público.

Como resultado de las investigaciones, la Superintendencia de Transporte podrá sancionar a las empresas, a los conductores y demás sujetos responsables de afectar el servicio, con multas hasta por $579 millones, e inclusive la cancelación de las habilitaciones o permisos de operación de las empresas de transporte.

Y la Fiscalía anunció que investigará a los responsables de los desmanes que se presentaron para judicializarlos.