En la noche del jueves 1 de agosto, Dollys María Vargas Romero, de 45 años, fue víctima de un ataque sicarial en la invasión Santa Elena en Caucasia, Antioquia. El ataque, perpetrado por un sicario que se dio a la fuga, culminó con la muerte de la mujer en la clínica Pajonal, a donde fue trasladada gravemente herida. Este incidente marca el tercer asesinato de una mujer en Antioquia en un lapso de menos de 24 horas.
Según el reporte de la Policía Nacional, Vargas Romero estaba en compañía de otra mujer cuando un sicario, al parecer conocido de la víctima, se le acercó y le disparó a quemarropa. Posteriormente, el agresor huyó del lugar. La víctima fue trasladada de urgencia a la clínica Pajonal, donde falleció mientras recibía atención médica.
El mayor Edison Zapata, comandante de la estación de Policía de Caucasia, declaró que "Sale herida la señora Vargas Romero en la invasión Santa Elena, sitio distante del casco urbano en el municipio de Caucasia. Posteriormente de ser trasladado al hospital fallece. Son los hechos en materia de investigación por parte del Cuerpo Técnico de Investigación y la Policía Nacional". También agregó que aún no se han establecido motivos claros para el ataque ni se ha identificado al autor del crimen.
Este asesinato se suma a una serie de hechos violentos recientes en Antioquia. En menos de 24 horas, se han registrado dos homicidios adicionales de mujeres en el departamento. El miércoles, una mujer fue encontrada muerta en Caldas con un impacto de bala, y el jueves, en Marinilla, Berta Fabiola Yepes Galeano, de 41 años, fue asesinada a golpes y con arma blanca.
La comunidad de Santa Elena, un asentamiento que alberga a más de 5,000 familias y cubre una extensión de 378 hectáreas, ha sido escenario de violencia creciente en los últimos meses. Las autoridades locales y el CTI trabajan para esclarecer los hechos, aunque la falta de colaboración de los residentes ha complicado la investigación. La situación sigue siendo tensa en la región, con la posibilidad de que el ataque esté relacionado con conflictos locales o actividades delictivas, como extorsiones o disputas territoriales.