El Congreso discute un proyecto que busca que las compañías que operan el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) destinen para daños corporales causados a los animales domésticos, silvestres o en situación de abandono involucrados en accidentes de tránsito, el 1% de las primas que recauden anualmente a la constitución de un fondo administrado por ellas para la atención de esta población, en coordinación con las entidades estatales.
El representante por Bogotá, Juan Carlos Losada, del Partido Liberal, sostuvo que esta iniciativa ha sido presentada de manera reiterada y que hay que apoyarla, pues solo en la capital “hay más de 400.000 animales en situación de calle padeciendo la tortura del abandono, del hambre, la tortura de estar a la intemperie de manera permanente, pero además cuando el animal es atropellado por un vehículo pasa el calvario de estar en la calle absolutamente enfermo, con sus extremidades rotas y no hay forma de atender estos animales”.
Así mismo dijo que hay que honrar “la solidaridad con los animales. Opongámonos a la crueldad a la que nuestra sociedad los ha sometido de manera sistemática, aquí hay una herramienta muy valiosa que ha sido tremendamente efectiva cuando hay daños a terceros humanos. Si eso ha funcionado, ¿por qué no podemos con un pequeño porcentaje del SOAT incluir también en esta medida a los animales? Póngase las manos en el corazón, son miles de casos al año de animales que terminan atropellados y que no hay forma de salvarles la vida”.
Sin embargo, el también representante por Bogotá, Gabriel Santos, del Centro Democrático, se opuso al proyecto y aclaró que su posición no implica que esté en contra de los derechos de los animales.
“Estos debates deben dejar de darse desde un punto de vista binario, de que quien no apruebe mi proyecto de la misma forma en la que fue concebido está en contra de las intenciones del proyecto. Si bien está supremamente bien intencionado, podemos tener la tranquilidad de votar en contra por considerarlo que puede ser un atentado gravísimo contra las fuentes de financiación del sector salud”, explicó.
Según Santos, el proyecto puede acabar “con una fuente fundamental de la protección social, sin tener que estar pensando que estamos votando a favor o en contra de los animales. El proyecto tiene unas fuentes de financiación cuestionables, sin unos mecanismos claros para generar estos recobros. Porque en Colombia se siguen cobrando por accidentes que no han ocurrido por heridos que no aparecen, ¿cómo vamos a hacer con los animales que jamás van a aparecer? Estamos abriendo una tronera, por bienintencionada que sea, para que se desangre el sistema de salud en Colombia”.