Se registro un atentado sicarial que dejó a tres hombres heridos en Floridablanca, Santander, esto, en medio de una ola de crímenes que ha sacudido a varios municipios del departamento.
Según informes oficiales, el atentado tuvo lugar en una zona boscosa de Floridablanca, donde tres hombres se encontraban consumiendo sustancias alucinógenas. Dos sicarios a bordo de una motocicleta llegaron al lugar y sin mediar palabra, abrieron fuego contra las víctimas, dejándolas gravemente heridas.
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Los heridos fueron identificados como Diego Alexander Gómez Rivera, de 37 años, Brandon Sneyder Infante Rojas y Jhoan Sebastián Camacho Araque, ambos de 24 años y con antecedentes judiciales por diversos delitos.
Las autoridades han brindado detalles sobre la dinámica del ataque: "las tres víctimas se encontraban consumiendo sustancias estupefacientes en la zona boscosa del sector de Arrayanes, momentos en que llegan por la primera entrada al riachuelo dos sujetos a bordo de una motocicleta, el parrillero desciende de la misma e ingresa al lugar, seguidamente desenfunda un arma de fuego y la acciona indiscriminadamente en contra de la humanidad de las personas que allí se encontraban, en ese mismo instante, el conductor de la motocicleta rodea el caño y esperando al parrillero por la segunda entrada al riachuelo, acto salen con rumbo desconocido".
Este incidente se suma a una serie de hechos violentos que han sacudido a Santander en los últimos días. Según reportes, ocho personas han sido asesinadas en un lapso de tres días en Bucaramanga, Barrancabermeja y Puerto Wilches. La situación ha generado gran preocupación en la región, llevando a las autoridades a implementar consejos de seguridad en varios municipios, incluyendo Barrancabermeja y Bucaramanga.
El alza en los índices de violencia ha sido especialmente notable en Barrancabermeja, donde los sicariatos han dejado un saldo de 59 muertos en lo que va del año. A pesar de los esfuerzos por aumentar los controles y la seguridad en zonas críticas, la escalada de violencia persiste, generando una sensación de inseguridad entre la población.
Las autoridades continúan investigando estos hechos para dar con los responsables y tomar medidas que contribuyan a frenar la ola de violencia que azota a Santander.