DURANTE LA conmemoración de los 214 años de la creación del Ejército Nacional y el aniversario 205 de la Batalla de Boyacá, el presidente Gustavo Petro, quien ayer cumplió dos años en el Gobierno, aseguró que el resto del tiempo que le queda en el poder serán aprovechados para avanzar “en la dignificación de la Fuerza Pública en todas sus armas”.
Durante la actividad que se llevó a cabo en el Puente de Boyacá, el jefe de Estado hizo referencia a las condiciones humanas, pero también a los problemas cotidianos por lo que atraviesan integrantes de la Fuerza Pública.
“¿Hay comida en los cuarteles, comen bien los muchachos y las muchachas? ¿Qué le pasa al soldado que viene de algún lugar de Colombia, nostálgico, porque dejó la novia o porque dejó a la mamá o porque en la casa hay problemas básicos de hambre, de la vivienda, de las condiciones materiales de la vida?”, intervino Petro.
Pero, además, aseguró: “Pues eso lo mejoramos sustancialmente, pues no se le puede exigir a un joven que vaya a la trocha, de noche, con hambre, donde quizás le espera un disparo, la muerte. Pero entonces no es solamente la comida, que es lo básico y fue duplicada en su presupuesto, sino sus ingresos también”.
El presidente explicó que, al inicio de su Gobierno, un soldado recibía 30% del salario mínimo, cerca de $300.000. Esa cifra aumentó ya al doble, $680.000, y aspira a que al final de su administración los soldados reciban un salario mínimo.
“Para una persona clase media alta, es nada. Pero para alguien que no lo ha tenido, que sale del barrio estrato uno o dos, que sale del Chocó, del Cauca, de las tierras negras, entonces el Ejército y la Fuerza Pública en general se convierten en un instrumento no solamente de defensa de la nación, de los derechos y las libertades de la ciudadanía, sino en una institución donde se dignifica el ser humano”, afirmó.
Por ello, consideró que eso es lo que se quiere de la Fuerza Pública: “Primero, el ser humano, porque al final un fusil no es más sin una máquina de hierro que queda derrumbada por la historia si los hombres que lo utilizan no aportan en su corazón y en su cerebro la dignidad de la libertad y de la República”.