Supersalud interviene hospital de Ocaña | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 11 de Noviembre de 2020
Redacción Nacional

La Superintendencia Nacional de Salud ordenó la intervención forzosa administrativa del hospital Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña, Norte de Santander, tras identificar al menos 87 deficiencias administrativas, financieras y asistenciales que ponen en riesgo la prestación adecuada y oportuna de los servicios de salud a sus usuarios.

Esta medida, que regirá durante los próximos seis meses, implica la toma de posesión inmediata de los bienes, haberes y negocios de esta Entidad Social del Estado (ESE) que cuenta con 12 sedes, 149 camas, 80 consultorios, 5 salas de cirugía, 2 salas de parto y una de procedimientos, y tiene habilitados 234 servicios de baja y mediana complejidad para la atención en varios municipios del departamento.

En la resolución 12773 de este 09 de noviembre, la Superintendencia también ordena la separación del actual gerente o representante legal del hospital y de los miembros de la Junta Directiva; y la designación de un agente especial interventor, quien tendrá un mes para presentar un Plan de Acción que contenga las actividades a realizar con miras a subsanar los hallazgos identificados.

Contratación sin rigor: Al menos 20 de los hallazgos registran situaciones encontradas en una muestra de 44 contratos celebrados entre 2019 y los primeros cinco meses de 2020, en los que se presuntamente se vulneran los principios de transparencia, buena fe, objetividad, imparcialidad, economía, eficiencia, debido proceso, igualdad, moralidad y eficacia, entre otros.

La existencia de procesos contractuales al parecer irregulares, evidenciando situaciones relacionadas con: oferentes inexistentes, sobrecostos, procesos contractuales con conflicto de interés-colusión, concentración de proveedores, participación en procesos contractuales establecimientos comercio sin RUES, CC o NIT, no verificación de títulos de los profesionales y pagos de seguridad social, concentración de la contratación; indebido seguimiento a la ejecución contractual e indebida supervisión, entre otros.

De acuerdo con una auditoría realizada por la Supersalud en junio de este año, el hospital pagó anticipos sin tener argumentos técnicos; vinculó personal misional a través de cooperativas, configurando una tercerización laboral; suscribió contratos onerosos sin estudios de costos, y desarrolló procesos de contratación donde se les pedían cotizaciones a proveedores inexistentes o donde cotizaban, al parecer, al mismo tiempo empresas de cónyuges.