La calificadora S&P Global Ratings confirmó sus calificaciones de largo plazo en moneda local y en moneda extranjera de 'BBB-' de Bogotá Distrito Capital y con ello la perspectiva se mantiene estable. Al mismo tiempo, la firma confirmó la calificación de 'BBB-' de la deuda senior no garantizada por US$300 millones, que la ciudad emitió en 2007 y que vencerá en 2028.
Según la firma “la perspectiva estable de Bogotá refleja nuestra expectativa de una transición política fluida y de que la nueva administración mantendrá políticas fiscales prudentes, mediante la contención de gastos operativos y el mantenimiento de un enfoque conservador en sus políticas de deuda y liquidez durante los próximos 12 a 24 meses. La perspectiva también incorpora nuestra proyección de que la ciudad avanzará parcialmente en su ambicioso programa de infraestructura, financiando sus mayores déficits con reservas de efectivo y con emisión de deuda, aunque mantendría ambas en niveles manejables”.
Escenario positivo
Frente al escenario positivo, señalan que “podríamos subir nuestras calificaciones en los próximos 12 a 24 meses si la ciudad mejora su historial de implementación de políticas. Esto debería incluir la ejecución de su ambicioso proyecto de infraestructura de acuerdo con su plan, a la vez que mantiene políticas de liquidez adecuadas y un nivel de deuda manejable. Además, también esperaríamos mayor transparencia fiscal por medio de estándares contables más claros. Dada la calificación en moneda extranjera de 'BBB-' de Colombia, Bogotá también necesitaría ser capaz de soportar escenarios considerables de estrés económico, por inflación y de liquidez, para poder estar calificada por arriba del soberano”.
En un escenario negativo, en los próximos 12 a 24 meses “podríamos bajar las calificaciones de Bogotá si hubiera gastos inesperados, derivados de sobrecostos por infraestructura en el proyecto del metro o por mayores necesidades operativas, que redujeran drásticamente las reservas de efectivo de la ciudad, y llevaran a una acumulación de deuda más rápida que la esperada. Durante el mismo periodo, una baja de las calificaciones de Colombia nos podría llevar a tomar una acción de calificación similar para Bogotá”.
Prudencia
Las calificaciones de 'BBB-' de Bogotá reflejan su manejo fiscal prudente, con una amplia continuidad de las políticas a través de los cambios de gobierno, pero con demoras en el avance de proyectos fundamentales. La calificación también incorpora nuestra expectativa de mayores déficits presupuestales, a medida que la ciudad lleva a cabo su ambicioso programa de infraestructura. Por lo tanto, las posiciones de deuda y liquidez de Bogotá deberían bajar, pero mantenerse fuertes en términos de cobertura de servicio de la deuda e ingresos operativos. Las calificaciones también incorporan la economía dinámica de Bogotá, aunque con menores niveles de riqueza que sus pares internacionales, y nuestra evaluación del marco institucional para gobiernos locales en Colombia, que consideramos que es predecible pero no del todo transparente.
Sostienen que el proyecto Metro sigue avanzando, aunque es probable que haya más demoras. Después de décadas de discusiones relacionadas con el proyecto Metro de Bogotá, finalmente se firmó un acuerdo de concesión para lo que actualmente es el mayor proyecto de infraestructura en Colombia. Un consorcio chino-canadiense estará a cargo de construir y operar el metro durante los próximos 27 años. El proyecto es la piedra angular de un ambicioso programa para mejorar el transporte público en la ciudad, que también incluye expandir sus líneas alimentadoras del sistema Transmilenio, así como actualizar la infraestructura vial y de seguridad.
Sin embargo, el largo historial de débil ejecución de capital subraya el hecho de que el proyecto podría afrontar más demoras y sobrecostos. En particular, los desafíos en el logro de consenso político y en el avance de proyectos y reformas, que ha sido común a lo largo de anteriores gobiernos de la ciudad, resaltan los riesgos del proyecto.
Indica la firma que “Colombia celebró elecciones locales en octubre de 2019 y Claudia López resultó elegida alcaldesa de Bogotá con un margen estrecho (35% de los votos frente a 32% de Carlos Galán). López ganó con una plataforma de expandir la infraestructura de movilidad de la ciudad, continuando con los proyectos tal como estaban aprobados a pesar de algunos desacuerdos fundamentales, luchar contra la corrupción y fortalecer la seguridad”.