La creciente migración de venezolanos a Colombia se ha convertido en uno de los temas más importantes, no solo en la agenda mediática, sino también para la población civil, la cual aunque directamente no transmite sus iniciativas al Gobierno, sí es consciente de la importancia de proponer soluciones que le den una mirada diferente a esta situación. Es por esto que, a través del Primer Simposio Internacional sobre Migraciones, se avanzó en el proceso de construcción de pensamiento sobre el fenómeno migratorio, generando propuestas innovadoras para la integración social de los inmigrantes en nuestro país.
Según cifras presentadas por la oficina regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el Simposio, se estima que el número de venezolanos en el exterior aumentó de 700.000 a más de 2’060.000, entre 2015 y 2017. Por otra parte, los registros de Migración Colombia al 30 de septiembre pasado revelaron que en el territorio nacional había 1.320.016 venezolanos, entre regulares e irregulares, escapando de la difícil situación que vive la nación hermana.
Ante este panorama, la Universidad del Magdalena, la Universidad Autónoma de Bucaramanga y la Fundación Norte Sur junto con empresarios, iglesias, asociaciones de profesionales, organizaciones gremiales y ONG, entre otros actores interesados en la situación de los migrantes, se dieron a la tarea de trabajar en tres ejes: recomendaciones de política pública, alertas tempranas y estrategias de respuesta rápida desde la sociedad civil.
Del lado de la línea divisoria entre Colombia y Venezuela las noticias no son alentadoras, “cada día cruzan por los 2.219 kilómetros de frontera, alrededor de 40.000 habitantes de la República Bolivariana de Venezuela entre nacionales y retornados buscando un futuro mejor”, afirmó Alberto Montoya Puyana, rector de la UNAB.
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Uno de los temas que centró la atención de los participante en el Simposio estuvo relacionado en ver de forma diferente la migración, resaltando que la inmensa mayoría de los venezolanos que ingresan al país cuentan con multiplicidad de talentos y competencias laborales e incluso muchos de ellos cuentan con formación académica técnica o profesional y que su principal deseo es obtener algún trabajo que les permita en primera instancia resolver su subsistencia. Esta condición debe tomarse en cuanta para encarar dos temas de especial preocupación: la xenofobia y la explotación laboral.
Frente a esto se refirió el presidente de la Fundación Norte Sur, Orlando Hernández, “cada persona que toma la decisión de migrar sueña con el derecho de encontrar mejores condiciones de vida para su familia, pero trae consigo una enorme carga emocional y psicosocial: las soluciones que se den tienen que ser enfocadas al migrante como persona, como ser humano; el gran desafío es ver este fenómeno como una oportunidad de desarrollo y no como una carga social más para el país”.
Por otro lado, el Gobierno Nacional tiene muchos retos que asumir en estos procesos que vive actualmente Colombia en términos de salud, seguridad y educación. Felipe Muñoz, Gerente para la Frontera con Venezuela, indicó que “tenemos que actuar de manera coordinada, debemos ser ordenados para poder llegar a un término positivo. En educación no es solo un tema de cupos escasos, necesitamos incrementos de aulas y de formadores de calidad. Tenemos retos, pero también tenemos oportunidades partiendo de una premisa conjunta, Colombia lo está haciendo bien a pesar de las dificultades propias de un fenómeno de la magnitud como el que tenemos”.
Los líderes de la sociedad civil que se dieron cita en el Simposio, plantearon ideas, estrategias y recomendaciones en 12 frentes de trabajo, llamando la atención, pues este fenómeno no será pasajero y que hay que planear y buscar mecanismos de acogida sostenibles y de largo de largo plazo que potencien la acción del Estado, articulando ideas y acciones positivas que beneficien a todas las personas que están pasando por esta difícil situación.
Gloria Elena Rendón, Coordinadora del Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados del Ayuntamiento de Barcelona (España), invitada internacional al Simposio quien lidera este trabajo en la comunidad autónoma de Cataluña afirmó: “la llegada de migrantes venezolanos nos pone a repensar como sociedad, nos sirve para replantear cosas que quizás estamos haciendo mal, debemos asumirnos como una sociedad diversa pero en igualdad”.