En la Comisión de Hacienda del Concejo de Bogotá comenzó, el día de ayer, el debate mediante el cual se autoriza un cupo de endeudamiento para la empresa Metro de Bogotá (Acuerdo 432 de 2022), en específico con relación a la segunda línea, que irá hasta las localidades de Suba y Engativá. Hoy se le dará continuidad al debate, con la exposición de los voceros, y se espera que se alcance a votar en esta célula legislativa.
En el marco de este primer debate, los concejales Celio Nieves (Polo Democrático Alternativo), María Victoria Vargas (Partido Liberal) y Emel Rojas (Colombia Justa Libres), rindieron, individualmente, ponencias positivas, la de la concejal Vargas sin modificaciones, y todos alcanzaron a exponer sus argumentos.
Por parte de la Administración intervino, como estaba previsto, el gerente de la Empresa Metro de Bogotá, Leónidas Narváez. En específico, la presentación de la Empresa Metro indicó que se está solicitando un cupo de endeudamiento global por $18 billones constantes del 2021 que estarán distribuidos de la siguiente manera:
“Un monto de $9,4 billones constantes a través de diversas fuentes de operaciones de crédito público y las asimiladas a las mismas para la financiación de la Segunda Línea del Metro de Bogotá. Y un monto de $8,9 billones constantes de 2021, correspondiente al saldo del cupo aprobado mediante Acuerdo 699 de 2018 para la Primera Línea del Metro de Bogotá”, indicó la sustentación de la empresa.
Así mismo, la empresa explicó a EL NUEVO SIGLO que los recursos para la ejecución del proyecto, que tiene como fuente las vigencias futuras pactadas en el convenio de cofinanciación entre el Distrito y la Nación, se reciben en un escenario de 30 años (entre 2022 y 2053), pero la ejecución del proyecto está prevista para un plazo de ocho años (2024-2031). Es ahí, vale referirlo, en donde es necesario conseguir una financiación-endeudamiento para poder pagar la inversión de la obra.
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Las exposiciones de los concejales
“En virtud del análisis financiero, se evidenció que la Empresa Metro de Bogotá y el Distrito tienen la capacidad de pago exigida por la ley para endeudarse y este es un proyecto que genera una importante rentabilidad social y efectos indirectos en términos de calidad y reducción de tiempos en los desplazamientos. En consecuencia, me permito rendir una ponencia positiva al proyecto, sin modificaciones. En mi opinión, este proyecto debe ser aprobado por el Concejo de Bogotá”, indicó en el marco del debate la concejal Vargas.
Por su parte, el concejal de Colombia Justa Libres, Emel Rojas, comenzó por referir que este es un proyecto que se ha expuesto y dialogado ampliamente con la Administración Distrital, que traerá más beneficios que desventajas y que no pondrá en peligro, y en eso fue claro, las finanzas de la ciudad.
“Siempre he planteado con la localidad que el Metro debería ir no hacia el norte por la Autopista Norte sino a Suba. Esto lo planteamos en el año 2017 y efectivamente el estudio determinó que en donde más se requería por el desarrollo de la ciudad era en esa localidad. En segundo lugar, este proyecto no pone en duda las finanzas de la ciudad porque quien asume la deuda es, puntualmente, la Empresa Metro con el 30%, pero el 70% restante lo pone la Nación en unos plazos más largos”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el concejal Rojas.
Añadió, por último, que esta línea estaba planteada tanto en el Plan Distrital de Desarrollo como en un Plan de Ordenamiento Territorial al que se le acaba de levantar la suspensión. “Debemos ir a Suba con ese Metro y de ahí mi ponencia positiva. Además, los recursos que se están pidiendo son los que se requieren”, concluyó a este Medio el concejal.