A inicios de este mes de julio, la Unión Europea (UE) notificó la firma de un convenio por valor de EUR 12,5 millones (más de COP 500 mil millones) con el Gobierno colombiano para apoyar la implementación del Acuerdo de Paz con las desmovilizadas Farc.
Se trata de un programa de tres años que estará enfocado en la reincorporación de excombatientes y que funcionará a través de desembolsos anuales de acuerdo con el cumplimiento de indicadores de esta política pública.
La embajadora de la UE en Colombia, Patricia Llombart, habló con la Agencia Anadolu sobre este nuevo convenio, sobre el que aseguró que es la prueba de la confianza que los países europeos tienen en el avance del proceso de paz en Colombia.
Con respecto a lo que dijo el expresidente uruguayo José Mujica, quien aseguró en mayo pasado que si fracasaba el proceso de paz en Colombia, fracasaba la paz mundial, ¿usted qué opina? ¿Fracasó el proceso de paz?
Definitivamente no ha fracasado. Nosotros tenemos mucha confianza en este proceso de paz. Solo basta mirar hacia atrás, en un periodo de unos tres años todo lo que se ha logrado, no solo los Acuerdos, que fue un momento clave e histórico, sino también todo lo que se ha venido construyendo desde entonces.
Primero, sin lugar a dudas, la cantidad de vidas que se han salvado. Yo creo que eso tiene que estar siempre muy presente en las mentes de los colombianos. También, por supuesto, la desmovilización, la dejación de armas y el inicio del proceso de reincorporación de los excombatientes. Basta mirar en otros casos el tiempo que duró este proceso.
Y ni qué decir del sistema integral de justicia transicional, el más novedoso que se conoce hoy en la historia de los procesos de paz, con tres instituciones muy ambiciosas que están en funcionamiento.
Esto por poner algunos ejemplos. Por supuesto que los desafíos son muchos, pero creo que nadie esperaba que este proceso de implementación fuera fácil, como no lo ha sido el de Irlanda o ningún otro. Los procesos de paz están caracterizados por tener que enfrentar obstáculos y para eso suele haber países garantes, que acompañan, como nosotros desde la Unión Europea.
¿Cómo califica el actual estado del proceso, con 218 excombatientes asesinados, además de familiares, cientos de líderes sociales y defensores de DDHH también asesinados?
Voy a repetir un poco lo que he dicho. Yo creo que los colombianos tienen que estar muy orgullosos de lo que han avanzado en temas de paz en un periodo tan breve, sobre todo cuando se compara con otros procesos.
Ciertamente, construir un proceso de paz que tiene la misión de dejar atrás más de 50 años de conflicto no es una línea recta. Y, por supuesto, estamos muy preocupados por la situación de seguridad física de los excombatientes y miembros de sus familias, y también por la situación de violencia contra líderes y lideresas sociales.
Las cifras son muy preocupantes, pero somos conscientes de los esfuerzos que se están haciendo desde el Gobierno para atacar esta violencia. Efectivamente vemos que hay mucho esfuerzo que se está poniendo en marcha, y hay que seguir profundizando y perseverando.
Por supuesto que todavía hay mucho que hacer en la reincorporación de excombatientes, por eso nosotros acabamos de aprobar un nuevo proyecto. Queda mucho por hacer en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y en la integridad del acuerdo, donde hay múltiples compromisos y obligaciones que se refuerzan entre sí.
¿Cómo funcionan los desembolsos por cumplimiento?
Son programas que se destinan a apoyar políticas públicas de un país, o una en particular, como en este caso la de reincorporación. Esto supone una señal de confianza doble en el país, primero respecto a la política pública que decidimos apoyar y en segundo lugar, a la salud de las cuentas públicas del Estado.
Entonces, luego de meses trabajando con la oficina del doctor (Emilio) Archila, el consejero para la Estabilización y el Posconflicto, se identificaron indicadores que nos permitirán analizar los progresos en dicha política pública, sobre los que se harán los desembolsos. Es decir, vamos a monitorear el alcance de esos objetivos y sobre eso se producirán los pagos.
Funcionamos a través de un pago inicial para que la política pública pueda tener un lanzamiento, para dar un impulso, y después tenemos unos momentos de evaluación de monitoreo y pago, que vienen sobre la base de los resultados alcanzados.
¿Qué vamos a medir? ¿Cuáles son en este caso los criterios que vamos a estar buscando? Primero, indicadores en materia de salud y en particular salud para las poblaciones más vulnerables de los excombatientes. Segundo, indicadores en temas de proyectos productivos que se han puesto en marcha y vamos a hacer énfasis especial en el liderazgo de mujeres. Tercero, indicadores de formación, (verificar) cuántas personas han sido formadas y (que) además (cuenten) con los títulos adquiridos.
Otros criterios van a ser el tema de las tierras, una de las grandes preocupaciones de los excombatientes. Habrá un indicador específico de vivienda y de tierras; y otro será el apoyo a los menores entre los cero y cinco años, que también permite a las familias dedicarse a los proyectos productivos. Esto fue fundamentalmente pensado como un apoyo a las mujeres, las excombatientes, para que puedan participar en formación o en proyectos.
Y por último el tema de la reconciliación: actividades en las que participen tanto los excombatientes como las comunidades aledañas. Es fundamental, es una política que hemos incluido en todos nuestros proyectos de reincorporación. Insistimos mucho en que beneficien tanto a los reincorporados como a las comunidades aledañas.
¿Cuándo sería el primer pago y por qué valor? ¿Irá destinado a algún proyecto específico?
No, nosotros no apoyamos ningún proyecto específicamente: apoyamos una política pública. El Gobierno tiene que avanzar en todos los frentes en la ejecución del programa para que nosotros al cabo de unos meses hagamos una evaluación y si se han cumplido indicadores de medio plazo, se hace un desembolso, y si se han cumplido otros indicadores a más largo plazo, se hace otro desembolso.
El primer desembolso, de USD 3,5 millones (más de COP 14.500 millones), llegará en el transcurso de los próximos dos o tres meses. Los siguientes desembolsos se harán anualmente después de la revisión y balance de los indicadores.
Aprovecho para mencionar que estamos lanzando también un proyecto conjunto con la Contraloría, que tiene como objetivo acompañar la transparencia, el seguimiento y la eficacia de los fondos destinados para la paz, no solo los destinados por la UE para nuestros proyectos, sino que se trata de un observatorio que tiene como objetivo hacer seguimiento a todos los fondos destinados a la paz. Además, también los ciudadanos van a poder participar directamente a través de dos mecanismos.