Por cuestiones políticas se genera desinformación: MSF | El Nuevo Siglo
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Domingo, 19 de Julio de 2020
Redacción Web

 

Como dijera alguna vez Sir Arthur Ponsonby, el famoso político y escritor británico, “en toda guerra la primera baja es la verdad”.

Y eso, justamente, es lo que parece estar ocurriendo en la nueva guerra que desde apenas seis meses libra la humanidad entera contra un enemigo tan letal como desconocido: el coronavirus.

Así, al menos, lo considera la organización no gubernamental internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) que en los últimos días expresó su “profunda preocupación” por el “exceso de desinformación” que se registra en muchas regiones de Colombia y que afecta de forma directa la atención de los pacientes.

“Una de las principales preocupaciones que hemos encontrado, no solo aquí sino en muchos de los 75 países donde estamos presentes, es que el Covid ha generado otra pandemia, la de desinformación, que está afectando de manera muy importante las prácticas, los protocolos, y la atención en salud de los pacientes que más lo necesitan”, sostiene Germán Casas Nieto, presidente para América Latina de MSF.

En diálogo con EL NUEVO SIGLO, el experto se lamenta de que, a diferencia de la información institucional, la desinformación viaja mucho más rápido y genera mayor impacto en las comunidades, en especial, de los territorios más alejados.

El directivo pone ejemplos concretos: Tumaco (Nariño), Buenaventura (Valle del Cauca) y La Gabarra (Norte de Santander), donde MSF hace presencia hace varios años con sus brigadas de salud.

“Allí, la gente tiene que acceder a los servicios de salud porque tiene síntomas respiratorios, pero los únicos medios de comunicación que tiene son las redes sociales y los mensajes de Whatsapp que le dicen ‘por favor, no vaya al médico’, ‘el Covid no existe’, ‘eso es un invento’. Entonces la persona no va al médico, o lo hace cuando ya es demasiado tarde”, explica Casas Nieto.

Pero más que la misma desinformación, tal vez lo peor es que esta desinformación intencionada se viene utilizando con fines políticos y económicos, al decir de la ONG.

“En los sitios donde trabaja MSF hemos encontrado que por cuestiones políticas se genera desinformación. Eso está pasando no solo en Colombia sino en varios países: por ejemplo, para ir en contra de medidas institucionales preventivas, para ir en contra de agremiaciones médicas o para culpar a otro país como responsable de la pandemia”, agrega.

¿Desinformación oficial?

MSF no lo dice abiertamente y menos con nombre propio, pero es claro que una de sus denuncias se relaciona con lo que en su momento dijera el ministro de Salud de Colombia, Fernando Ruiz Gómez, cuando afirmó que en algunos hospitales “se mantiene a los pacientes en las UCI más tiempo del que necesita, básicamente con un incentivo puramente económico”.

Al respecto, considera Casas que la misión de MSF no es “ni cuestionar ni aplaudir” las políticas gubernamentales “pero lo que sí podemos decir es que las informaciones institucionales deben ser fidedignas, veraces y basadas en evidencia científica. Es la única forma de hacerle frente a la desinformación de las redes sociales, que es en lo que creen las personas”.

Más aún, advierte que la información institucional “debe estar desprovista de cualquier postura política, filosóficas o religiosa”.

En ese sentido, recuerda que la neutralidad de MSF implica reconocer en el Ministerio de Salud de cada país a la autoridad sanitaria y quién fija las directrices de la política pública.

“Nosotros lo que hacemos es apoyar en aquellos sitios donde por alguna razón las autoridades sanitarias están presentes, donde hay población migrante o donde hay necesidad humanitaria. Pero sí tenemos que decir que en muchos países por intereses políticos y económicos se genera desinformación. Eso es muy preocupante”.

Campaña “Unidos somos más”

El otro aspecto que se genera de la pandemia del coronavirus y que preocupa en demasía a MSF es el maltrato que han recibido en Colombia algunos profesionales del sector salud.

“Es increíble. Los médicos colombianos han sido maltratados, injuriados, agredidos, acusados de todo. Y tenemos bastantes fallecidos: médicos, paramédicos, enfermeras, terapistas, que están poniendo el pecho para salvar vidas. Ese trato es injusto, irrespetuoso e indigno. Eso es algo que nos tiene sorprendidos en este país”, señala.

El director de MSF para América Latina dice que la presencia de la organización “fue decisiva” en el manejo de epidemias como las del ébola, el sarampión y la meningitis, además de pandemias como las del SARS y H1N1.

“Por eso estamos tan sorprendidos con lo que está pasando en Colombia, un país en donde el médico en vez de ser visto como un aliado, como un salvador, una desinformación lo convierte en el enemigo”, y cita casos recientes como los de Nariño o Norte de Santander donde los médicos renunciaron en masa por amenazas.

Casas, de alguna manera, entiende que el cúmulo de desinformaciones obedece a varios factores: el coronavirus se conoce apenas hace seis meses, y ello generó miedo e incertidumbre y una necesidad inusitada de información, incluso entre los propios científicos.

“Nosotros sabemos que los temores y la desinformación son parte de la respuesta humana a las epidemias, pero esto ha sido aprovechado por personas, entidades, a veces estafadores, que tratan de difundir informaciones equivocadas para vender cierto tipo de tratamientos, para justificar cierto tipo de posiciones, para enmendar cierto tipo de errores”, afirma.

El top de la desinformación

Para MSF, son tres, básicamente, los hitos de desinformación que hay que derrotar.

1. El Covid no existe. “Esto es lo peor: hay mucha gente que cree que esa es una invención para negar las políticas preventivas, el control epidemiológico y el trazado de contactos”, dice Casas Nieto.

2. Atribuirle a la pandemia un interés económico. Para MSF “es increíble que todavía haya gente que crea que con el Covid los médicos se van a enriquecer”, entonces deciden no acudir al sistema de salud.

“En Europa quedó demostrado: una pandemia puede desbordar el servicio de salud y generar altísimos costos porque no hay suficiente equipo humano y técnico, y que ahí es donde está el negocio. Es un error total”, asegura.

3. El no uso del tapabocas. MSF recuerda que hasta los científicos han tenido que aprender sobre la marcha acerca de esta pandemia, incluidas la OMS y la OPS. “Pero de ahí a desvirtuar a un Ministerio de Salud argumentando que el Covid es un negocio, o desvirtuar a un científico es muy peligroso”, dice Casas.