Faltan nueve meses para que se termine el periodo de gobierno del alcalde Enrique Peñalosa y la  secretaria de Integración Social, Cristina Vélez, expuso a EL NUEVO SIGLO la gestión y cumplimiento de las metas trazadas en el Plan de Desarrollo, los cambios en la política social, los cambios demográficos y el reto de afrontar la migración venezolana, dado que gran parte de esa población está concentrada en la capital.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está lo que se planteó en el Plan de Desarrollo, lo que se tiene hoy y lo que se va a entregar?  

CRISTINA VÉLEZ: Vamos en cumplimiento de metas según el cronograma. Entre las metas más visibles está la construcción de jardines infantiles en lote nuevo, que son un caballito de batalla debido a lo que pasó con la administración anterior. Es un proyecto al que el Alcalde le tiene puesta la lupa. De los 13 jardines nuevos que están dentro de Plan de Desarrollo ya entregamos uno. A otro le falta la conexión de energía y el tercero se va a inaugurar a finales de mayo. Los otros 10 están en proceso de construcción y se entregarán en octubre y diciembre.

Los jardines

ENS: ¿Los jardines infantiles que prometió el alcalde Peñalosa sí van a estar totalmente terminados?

CV: Se van a entregar totalmente terminados. Hay algunos que no van a estar funcionando todavía porque van a empezar a funcionar cuando comience el año escolar. Abrirlo en diciembre con niños no tiene mucho sentido. Van a ser jardines de verdad, están diseñados para durar mucho tiempo como debe ser la infraestructura social. Hacer jardines mal hechos vale casi igual que hacer jardines bien hechos, la diferencia que es que estos sí duran lo que deben durar.

ENS: Hay un término que usted utiliza y que es importante dentro de la filosofía del Plan de Desarrollo de Peñalosa: infraestructura social. A él lo conocen por ser un experto en desarrollo del cemento. ¿Cómo define usted lo que se ha hecho en infraestructura social?

CV: En la Secretaría de Integración Social hemos hecho inversiones enormes, no solo en estos jardines. Estamos construyendo ocho Centros Día para personas mayores, espacios clave para una ciudad que se está envejeciendo como Bogotá. Para 2050 se espera que haya el doble de personas mayores. Eso significa que debe haber un cambio grandísimo en término de prioridades. Hoy están naciendo mucho menos bebés en Bogotá. Estamos en un cambio demográfico muy grande y por ende, la infraestructura para la vejez es importante.

En este caso, invertir en cemento y en ladrillo es invertir en lo social. Se necesitan buenos espacios sociales para los ancianos, para los niños discapacitados. Decir que invertir en ladrillo y cemento no es invertir en lo social es muy alejado de la realidad.

ENS: Una de las mayores sorpresas del censo poblacional pasado es que faltan 5 millones de personas frente a las proyecciones, ¿cómo está Bogotá en esa cuenta real de las personas que hay y que necesitan apoyo social?

CV: Nosotros todavía no tenemos las cifras oficiales del DANE, hemos tenido discusiones con el director del DANE y realmente de lo que pasó es que esa foto que ellos tienen del censo es muy parecida a la foto que nosotros habíamos hecho según proyecciones. Pero sí hay menos personas de las esperadas. En este momento los subsidios en Bogotá se entregan según Sisbén, ese fue un cambio que hicimos en esta administración. El objetivo no era quitar cupos, sino focalizarlos y entregarlos a las personas que efectivamente son las más vulnerables.

Hay casi 550.000 beneficiarios entre todos los programas y Bogotá tiene 2,4% en pobreza extrema. Entonces, coincide ese porcentaje con la cantidad de subsidios que se están entregando.

Los hogares

ENS: ¿Cómo se puede entender que la Alcaldía esté buscando 25.000 hogares vulnerables?

CV: Comparando todas las estadísticas disponibles construimos un mapeo que nos indicó que hay 25.000 hogares que están en potencial vulnerabilidad que no están accediendo a los servicios precisamente por su condición. Están desinformados.

Esta estrategia va de la mano de una de las metas del Plan de Desarrollo. La pobreza extrema empezó a crecer en Bogotá en 2013, ha crecido poco pero ha crecido y la meta era precisamente reducirla. Estamos trabajando para revertir esa tendencia.

ENS: Ahora, ¿cómo se puedo lograr que la asistencia y la política social no nos lleven a lo que está pasando en la Costa y es ser de “profesión pobre”?

CV: Hay que tener programas muy bien diseñados. La mayoría de subsidios que nosotros entregamos son los apoyos económicos para la vejez y siguen los bonos canjeables por comida para personas en condición de discapacidad. Estamos hablando de gente que va a necesitar esos subsidios por el resto de su vida.

Otro programa es ‘Creciendo en familia’, que es para madres gestantes de bajo peso y bebés hasta los dos años, ese sí tiene una temporalidad clarísima.

ENS: ¿Cómo evitar que estos subsidios terminen en manos de personas que no son de Bogotá, por ejemplo de personas que viven en la Sabana?

CV: Nosotros tenemos muchos servicios que los usan muchas personas que no son de Bogotá pero que de todas maneras no son excluyentes. Pero con los que sí lo son somos muy cuidadosos. Por ejemplo, hacemos muchas visitas para constatar que las personas sí viven aquí.

ENS: ¿Cómo les ha ido con los proyectos sociales en torno al TransmiCable?

CV: Tenemos dos proyectos en TrasmiCable. Estamos construyendo un centro día para personas mayores y en el barrio de las Acacias tenemos un proyecto que se llama ‘Crezco con mi Barrio’ que es un trabajo realizado con la gente para intervenir las calles y parques para cambiarle la cara a los barrios solo con urbanismo. Ese modelo se va a replicar en otros barrios de San Cristóbal y Usaquén.

Atención a venezolanos

En la conversación que sostuvo Vélez con este Diario, la funcionaria aclaró que se han visto brotes de xenofobia hacia los venezolanos, sin embargo, son más los casos de aceptación que de rechazo. Con respecto a los servicios básicos en salud y educación que se les ha dado, explica que la ciudad tiene la infraestructura para atenderlos. Negó rotundamente la posibilidad de abrir un nuevo campamento, dado que existen refugios temporales en los que se les da atención básica, orientación sobre diversos temas.