EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es la situación real de la corrupción en el Quindío?
ERNESTO AMEZQUITA: Igual que en el resto del país, el tema de la corrupción es un cáncer que está destruyendo y corroyendo nuestras instituciones democráticas y nuestro estado social de derecho, así que el combate a la corrupción implica varios frentes. En primer lugar el tema cultural, porque es que para mí en toda mi formación de humanista y de docente el tema de ser corrupto se volvió parte de una cultura ciudadana, en donde pareciera que el delito y las culturas indebidas eran el modus operandi más expedito para lograr la solución de los problemas económicos, de los problemas sociales y otros problemas que hay en el país.
ENS: ¿Qué se requiere?
EA: Se requiere también una revisión normativa, porque lo que está demostrado hasta el momento es que los mecanismos tradicionales contra la corrupción no han sido suficientes. Por eso hay que pensar es en una serie de disposiciones de carácter normativo e incluso carcelario que hay que revisar. Como por ejemplo, acabar con que se permita la casa por cárcel a los corruptos y haya medidas blandas para la persona que muchas veces es beneficiaria de un contrato o de suma irrisoria, se le trata con guantes de seda al gran corrupto que se roba grandes sumas de dinero del Estado de las grandes empresas.
ENS: ¿Qué medidas pueden ser más efectivas?
EA: Sigo pensando en que son más eficaces las medidas de carácter preventivo, las medidas de orden que impidan que se realicen las conductas. Por eso yo insisto mucho en las actividades persuasivas, en la formación, en los talleres, en los seminarios, porque la corrupción empieza en la casa, después se lleva a los colegios y finalmente a las universidades, y de allí se irradia a los cargos que desempeñan los profesionales, no solamente en el Estado, también en el sector privado. Hay corrupción en el sector privado. Me parece que hay que insistir en la parte persuasiva, en la parte preventiva.
ENS: ¿El Quindío ha estado sacudido por varios escándalos recientes de corrupción?
EA: Aquí el Quindío, que es un departamento joven, tiene los mismos vicios, pero no vamos a decir que sea más corrupto que cualquiera de las regiones del país. Tal vez aquí por lo pequeño que es y por lo reducido del número de líderes políticos es más notoria esta clase de fenómenos y es más notoria la persecución. Pero bajo la Procuraduría de Fernando Carrillo se ha disminuido este fenómeno. Y prueba de ello es que en las pasadas elecciones hubo un voto castigo y los líderes más conocidos no lograron llegar al Congreso.
ENS: ¿Qué ha hecho la Procuraduría?
EA: Ahora han solicitado veedurías o garantías por parte nuestra y nosotros continuaremos diciendo que es un objetivo por la ética y la lucha contra la corrupción. Nosotros por mandato constitucional no somos gobierno, pero tampoco somos coadministradores de la cosa pública, somos ente de control de fiscalización y esperamos que la sociedad lo entienda.
ENS: ¿Cómo está trabajando en las investigaciones?
EA: Son muchas. Aquí hay abiertas investigaciones. Por ejemplo, lo del túnel del Quindío, el que viene desde el Tolima, por la demora en la entrega. También otra sobre el tema de la Autopista del Café. Hay otras investigaciones.
Somos afectados con la violencia armada, porque si bien no fuimos territorio rojo sí hemos sido lugar de reinserción de paramilitares, de guerrilleros, víctimas y tenemos hasta 600.000 personas entre todos esos grupos.