EN SEGUIMIENTO de la Personería realizado a la ejecución de los contratos de los 9 grupos en los que está dividida la construcción de la troncal av. 68 y los 4 frentes de obra de la av. Ciudad de Cali, se identificaron serios retrasos ocasionados por demoras en la adquisición de predios, problemas de coordinación entre el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y las empresas de servicios públicos, para avanzar en el traslado de redes y demoras de la Secretaría Distrital de Movilidad en la aprobación de los planes de manejo de tráfico.
Para la troncal de la av. Ciudad de Cali, se prevé que el primer tramo de la obra a ser entregado, correspondiente al grupo 2, (1,2 kilómetros entre la av. Bosa y la av. Villavicencio) terminará su construcción en febrero de 2024, mientras que el último tramo a ser entregado, correspondiente al grupo 4, (400 metros desde la av. Américas hacia el norte) finalizará su construcción 4 años después, en el mes de septiembre de 2028, generando atraso para la puesta en operación del sistema de transporte masivo, TransMilenio.
En la troncal de la av. 68 se estima que el primer tramo a ser entregado, correspondiente al grupo 5 (1,04 km, entre la av. La Esperanza y la calle 46), quedará listo en enero de 2024, mientras que el último tramo, correspondiente al grupo 7 (3,05 km, entre la calle 66 y la carrera 65), finalizará obras dos años después, en octubre de 2026.
Para el organismo de control, las diferencias en los tiempos de finalización de obra harán imposible para la administración distrital la adjudicación de los operadores y la puesta en operación total de estas dos troncales. Para el caso de la av. Ciudad de Cali, TransMilenio solo podría iniciar su plena operación a partir de 2028, y para el caso de la av. 68, solo se podría empezar a operar a finales de 2026.
Los problemas en la adquisición predial han generado graves retrasos en las obras, pues no se han puesto a disposición de los ejecutores franjas continuas para la intervención de vías, tanto de uso mixto como exclusivas para los buses del sistema, andenes y ciclorutas, obligando a estos consorcios a realizar avances parciales y fraccionados en pequeños tramos de obra.
¿Quiénes son los responsables?
El IDU, encargado de coordinar el cronograma de intervenciones, tiene, además, la responsabilidad de poner a disposición de los constructores los predios que deben ser adquiridos por el Distrito a particulares mediante oferta de compra, así como aquellos que corresponden a zonas de espacio público, que presentan múltiples dificultades, pues se encuentran cerrados o en posesión de particulares.
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Los retrasos en la ejecución para la construcción de redes húmedas (alcantarillado pluvial, sanitario y red matriz) obedecen a interferencias con otras redes, falta de aprobación de los diseños por parte de la Empresa de Acueducto de Bogotá, necesidad de realizar cambios en la tecnología para la instalación de tuberías y permisos de ocupación de cauce. A estos problemas, se suman los retrasos en la aprobación de los planes de manejo de tráfico, por parte de la Secretaría de Movilidad.
Desde la perspectiva de la Personería, todos estos problemas de coordinación y definición entre distintas entidades de la administración distrital, generan serios perjuicios para los residentes y vecinos, especialmente relacionados con el acceso a los predios y afectaciones al comercio.
Mediante visitas y un ejercicio de diálogo realizado previamente por el personero Julián Pinilla Malagón, con vecinos de barrios aledaños a estas obras, se detectaron quejas por afectaciones del tráfico, cambios en la operación de las rutas del SITP, concentración de basuras y escombros, y problemas de inseguridad generados por la falta de iluminación y la instalación de polisombras de cerramiento.
Para el jefe del ente de control, “es fundamental que la administración distrital formule un plan de choque para acelerar los tiempos de ejecución de estas troncales y que se mitiguen los impactos negativos que están generando sobre los vecinos de estos corredores. Las entidades del Distrito deben coordinarse para culminar la gestión predial, desarrollar planes de manejo de tráfico adecuados y adelantar las intervenciones de redes necesarias para superar estos retrasos”.
“A la Personería de Bogotá le preocupa que los residentes deban esperar varios años para contar con la posibilidad de acceder al servicio de TransMilenio y a la libre circulación”, enfatizó el ente de control.