Bajo el argumento de que ya cumplió las tres quintas partes de su sentencia, el ex viceministro de Transporte, Gabriel García Morales, involucrado en el caso de Odebrecht, pidió su libertad.

García Morales llegó a la cárcel Picota de Bogotá en enero de 2017 y desde el inicio de su proceso se puso a disposición de la Fiscalía, colaboró, entregó información y devolvió parte de los sobornos, de los 6,5 millones de dólares por el contrato de la Ruta del Sol 2. 

El exalto funcionario se convirtió en el primer imputado en este caso de corrupción y recibió una condena de cinco años de prisión, de los cuales ya redimió 6 meses de prisión y en su criterio ya se cumplieron las tres quintas partes de su condena, por eso, dice, merece el benefició de la libertad condicional.

El juzgado 15 de ejecución de penas de Bogotá le ofició a la cárcel La Picota de Bogotá que le envíe toda la documentación para verificar la situación de García Morales. 

En una audiencia, el exfuncionario relató cómo fue el pago de las coimas que le hizo el expresidente de Odebrecht en Colombia Luiz Bueno Junior por 6,5 millones de dólares, cifra que él mismo ya había reconocido en oportunidades anteriores. 

Cuando acordaron el pago, García Morales era director encargado del Instituto Nacional de Concesiones (Inco) cuando el proyecto Ruta del Sol estaba pendiente de recepción de propuestas y de la adjudicación.

En ese entonces, Bueno Junior le pidió una cita al exviceministro para expresar algunas preocupaciones sobre el proyecto y la falta de estabilidad jurídica.

Al final de la reunión, según dijo García Morales, Bueno Junior le dijo que tenía muy buenas referencias de él y le habló de darle un contrato de asesorías muy bien remunerado.