Coinciden en que resultados de exámenes forenses arrojarán indicios de lo que sucedió en esa noche y si la reacción del ciudadano está amparada por la legítima defensa
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Siguen las reacciones por el caso que se presentó la semana pasada en avanzadas horas de la noche en un puente peatonal de Bogotá, en que un médico dio muerte con arma de fuego a tres personas que aseguró lo atacaron y según lo que se conoció ayer por parte de su abogado, pretendían secuestrarlo.
Este episodio es materia de investigación por parte de las autoridades que deben establecer si el ciudadano actuó en uso de la legítima defensa o fue desproporcionada su respuesta. Exfiscales y exvicefiscales analizan los hechos con base en lo que hasta el momento se ha conocido.
El exfiscal General, Alfonso Gómez Méndez, dijo a EL NUEVO SIGLO que “he visto una avalancha de opiniones en todos los sentidos, lo primero que habría que hacer sería tener todo el conocimiento sobre cómo se desarrollaron los hechos: cuándo, cómo, dónde, en qué circunstancias. Y eso solo puede establecerlo el fiscal en una primera aproximación”.
En ese sentido puso de presente que “cualquier opinión, incluso la mía que estoy dando ahora, es condicionada a que conozcamos” cuál fue el desarrollo de los hechos.
En segundo lugar, dijo el exfiscal, según lo que se ha sabido “parecería indicar que es un caso de legítima defensa. Lo que se ha dicho es que una persona es agredida y para impedir que continúe esa agresión, reacciona y mata a los agresores”.
Gómez recordó que la legítima defensa es “una figura que viene desde que existe prácticamente el derecho penal, y hay otra figura que es el exceso de la legítimas defensa, que se puede presentar cuando se dan las condiciones para la defensa, pero se actúa de manera desproporcionada. Habrá que mirar si se da o no en este caso”.
Una tercera condición que hizo el también exministro de Justicia es que se tendría que aprovechar este caso para revisar “todo el tema de la seguridad pública porque hay un ambiente generalizado en que matan a una muchacha por robarle un celular, a una señora por quitarle la bicicleta a un niño por quitarle unos tenis”.
Gómez dijo que es necesario establecer qué está fallando como para que “sea un médico, cuya misión es salvar vidas, el que se vea obligado a tener que suprimir una para defender la suya propia”.
Enfatizó que la inseguridad que se presenta crea un ambiente de indignación ciudadana “que justifica cualquier reacción que se haga frente a los atracadores”.
No obstante puntualizó “no es conveniente esta tendencia a que todo se justifique en la medida de que el estado no actúa, entonces la gente tiene que armarse” como en el lejano oeste. Agregó que ese pensamiento “fue la que dio lugar primero en los años 50 el surgimiento de las Farc con las llamadas autodefensas campesinas y luego en los 80 con el monstruo del paramilitarismo”.
Examen forense
Por su parte el exvicefiscal Jorge Armando Otálora Gómez dijo a este Diario “desde lo que conocemos a través de los medios de comunicación podría hablarse de la aplicación de la figura de la legítima defensa. Es claro que las evidencias son muy escasas, se habla de un testigo”.
No obstante dijo que como todos casos hay “que contrastar la versión del médico fundamentalmente con el dictamen de Medicina Legal para hablar de la legítima defensa y todos sus requisitos, como la proporcionalidad entre la agresión y la defensa, como la inmediatez”.
Gómez explicó que con el dictamen forense “fácilmente se puede establecer la distancia en que se produjo la reacción a esa agresión, es decir los disparos. Si hay tatuaje si no hay tatuaje, lo mismo que la entrada y la salida de los proyectiles
Tres escenarios
En tanto que el exvicefiscal Francisco José Sintura Varela dijo a este Medio “lo primero que hay que señalar es que nadie conoce las circunstancias exactas en las cuales se dieron los hechos, solamente quienes fueron participes, es decir, el médico y las víctimas, partiendo de ese supuesto”.
Sintura indicó que esos hechos tendrán que ser reconstruidos en “un proceso judicial”. Mientras tanto anotó que hay tres fórmulas jurídicas para resolver el caso:
La primera “es definir si existió un exceso en la legítima defensa, es decir, que la persona reaccionó justificadamente, pero de una manera que excede la proporción de la agresión de la que fue objeto. Eso la ley dice es exceso en la legítima defensa, y lo que tiene es una sanción penal pero disminuida”.
Añadió que un segundo escenario es “que se trate realmente de un evento de legítima defensa que justifica la reacción porque frente a una agresión inminente o actual se reacciona de una forma proporcionada. Entonces si se me abalanzan tres personas exhibiendo armas en la mano a la 1:30 de la mañana e n un lugar oscuro en donde no hay vigilancia, pues es una reacción que puede sonar proporcionada”.
Agregó que la “tercera solución es que exista una absoluta desproporción entre lo que se supone es la agresión, que no era cierta, solamente en el hipotético caso el señor se la imagino, entonces lo que pasa es que va más allá su reacción de la intención, y entonces ahí la conducta puede ser preterintencional, más allá de la intención”.
Nuevos detalles
El abogado Hernando Benavides, quien representa al médico que se vio involucrado en estos hechos dijo ayer que “estoy completamente seguro de que se reúnen todos los supuestos legales de la legítima defensa. Fue víctima de una agresión injusta y de la inseguridad que reina en la ciudad capital y en el país”.
Según la versión del abogado, el médico fue herido en el rostro, el pecho y las rodillas durante un forcejeo con los presuntos ladrones, en el que habría recibido golpes con la cacha de un revolver.
Añadió Benavides “él usó el arma con todos los nueve tiros que llevaba, razón por la que debió alejarse del lugar, porque estaba incomunicado y en segundo lugar había otra persona que estaba con los delincuentes y estaba en el carro”.
Agregó el profesional del derecho “a él también le disparaban y lo agredieron con arma cortopunzante y lo quisieron someter para seguramente llevarlo al carro porque eso fue lo que dijo alguno”.